Teletransporte

Críticas inquietantes y peticiones de dimisión al director general de Tráfico

Tomar decisiones por la gestión de los días excepcionales puede suponer un error de magnitudes astronómicas. Analicemos el día a día, exijamos el día a día, evaluemos sus resultados en circunstancias normales y tomemos decisiones en función de esas evaluaciones. Una gestión excepcionalmente buena de un día único puede generar el peor de los desastres a largo plazo.

¡La pereza de poner cadenas! Un suplicio del pasado.

La intención de poner cadenas es evidente cuando uno las compra. En la carretera, bajo la nieve, con frío polar por fuera de las ventanillas, todas las excusas son excelentes para no ponerlas. Poner cadenas es una tarea hostil y circular con ellas también a poco largo que sea el recorrido. Las cadenas son un artefacto del pasado. Un suplicio que no concueda con el siglo XXI.

Cadenas, autopistas, neumáticos de invierno y combustible.

Conducir por carreteras nevadas entraña muchas dificultades cuando los coches no van calzados con neumáticos de invierno. Las cadenas no son una buena solución para vías rápidas, porque obligan a circular muy despacio tanto con nieve como sin ella. Aun así, son mejor que nada, pero llevarlas en el maletero no es suficiente. ¿Cuánta gente las llevará y no se sentirá segura de ponerlas? ¿Cuánta gente no sabe siquiera en qué ruedas debe ponerlas? ¿Debieran ser obligatorios los neumáticos de invierno?

Recuerdos de una noche de verano

En los días de tormenta en muchas ciudades se embalsa el agua en algunas zonas. Esos embalses pueden ser peligrosos porque si el agua llega a mucha altura puede entrar por la admisión y romper irremisiblemente un motor. Antes de atreverse a vadear un charco profundo, conviene conocer a qué altura está la admisión de aire del coche para no causar daños costosos al motor. En cualquier caso, en ciudad, con buen asfalto bajo el agua y en embalsamientos sin corriente, mejor pasar despacio que a velocidades elevadas.

Probador de cuerpos

Los transplantes de cabeza nos permitirían probar cuerpos diferentes al nuestro. Quizá conocer cómo sienten los demás las caricias o la habilidad de un cuerpo elástico o de atleta. ¿Sabría gestionar nuestro cerebro un cuerpo nuevo? ¿Necesitaría mucha aclimatación? Me pido el cuerpo de un piloto de rallyes y correr el 1000 Lagos.