Javier Bueno es periodista. Sigue el Campeonato del Mundo de Rallies más o menos desde antes de nacer (el Campeonato). Hoy he comido a su lado, en el encuentro de Navidad que organiza Michelin todos los años. Durante la comida me he enterado de lo que les cuento a continuación y que Javier me ha dado permiso para contar.

Situación. Rally de Suecia. Año 1996. (Fecha corregida. Gracias Esteban Delgado)

Javier Bueno, que cubre el Rally para la revista AutoHebdo Sport, regresa en avión a Madrid el sábado desde Estocolmo, un día antes de que termine la prueba. Tiene fotos suficientes del rally, ha estado tres días con los equipos y pilotos y no necesita quedarse más. Puede enterarse por teléfono del resultado final. Viene antes para trabajar con tiempo. No tendrá la foto del podio, pero no es necesaria, quizá porque Carlos Sainz no tiene opciones de ganar. Prefiere escribir tranquilamente en la redacción, a máquina seguramente, revelar las fotos con tiempo, maquetar despacio con el diseñador para cerrar pronto la revista y llegar puntualmente a los kioscos.

Hace 20 años, las fotos venían en carretes sin revelar, en el avión, en la bolsa de mano del periodista. Al llegar a Madrid había que ir a revelarlas.

El domingo, al final del rally, los otros dos periodistas españoles de revistas semanales que habían ido a Suecia, Manuel Madrid para Motor 16 y Ricardo Muñoz para Autopista, no pudieron regresar a Madrid porque nevó mucho y no despegaban los aviones.

Llegó la tarde-noche del domingo y el único periodista que tenía fotos del Rally de Suecia en Madrid era Javier Bueno. En Motor 16 y en Autopista, las dos revistas semanales líderes del mercado en aquellas épocas, los equipos de cierre estaban preparados con seis u ocho páginas en blanco, listas para dar la información del Rally de Suecia y no tenían ni una foto, ni el texto.

Para una revista de motor era una situación catastrófica. El texto se podía solucionar con relativa facilidad, a través del teléfono o por fax. Pero no había forma de conseguir fotos. (Con lo fácil que resulta enviarlas ahora de una punta a otra del mundo)

La única solución buena para Motor 16 y Autopista era recurrir a las fotos que había traído Javier Bueno desde Suecia. Pero eran revistas competidoras y, en principio, no había ningún motivo que les obligara a compartir las fotos. Sin embargo, Javier Bueno decidió compartirlas con los otros medios, con el visto bueno de Luis Ramón Criado, director y dueño de AutoHebdo Sport.

Abro paréntesis.

¿Lo hubiera hecho yo? Creo que no. ¿Por qué motivo iba a hacerlo? Autopista y Motor 16 eran las revistas líderes del mercado y nunca compartían sus recursos con AutoHebdo. Es cierto que los periodistas eran colegas, pero las empresas compiten y un periodista se esfuerza siempre por escribir mejor, tener más fotos que otros y publicar antes y con mayor calidad en su medio.

A su vez, ¿tiene sentido aprovecharse de un contratiempo de los medios rivales para dejarlos en una situación muy delicada? ¿Es una buena estrategia hacerlo o es mejor estrategia tratarlos con deportividad y vencerles en el día a día, pelota a pelota? ¿Dónde está el límite de esa deportividad?

Javier Bueno tenía claro que tenía que compartir las fotos. Incluso le dijo a Luis Ramón Criado, de forma preventiva y por si acaso: «Las fotos son mías». Luis Ramón sólo pidió a cambio que en Autopista y Motor 16 firmaran las fotos como de AutoHebdo Sport.

En la mesa donde comíamos hoy, el resto de periodistas tenía muy claro que ellos hubieran compartido las fotos. No tengo nada claro que yo lo hubiera hecho.

Me pongo en la piel de Luis Ramón Criado, director y dueño de AutoHebdo en aquellos días. ¿Qué otra empresa le ayudó alguna vez a levantar su revista? ¿Qué otra empresa se dejaba la piel todos los fines de semana en los cierres en la redacción como se la dejaba él? ¿Qué otra empresa le apoyó para levantar una revista enfocada al deporte? ¿Reducían Autopista o Motor 16, que en principio estaban especializadas en producto y no en deporte, el número de páginas dedicadas a los rallies para dar más cancha a AutoHebdo? ¿Le prestaban sus instalaciones y sus equipos de mediciones para realizar las prestaciones de los coches? ¿Accedían alguna vez a que fuera AutoHebdo la que probara en primicia el coche interesante que podía significarle un incremento de las ventas?

Alguna vez, en alguna revista de papel y en algún diario, nos han robado las fotos que hemos publicado en primicia en km77.com. Lo sabemos porque modificábamos las fotos para identificarlas. A ese nivel llega la batalla, a utilizar fotos que han conseguido otros periodistas, de otras empresas, sin preguntar, y por supuesto sin citar el lugar donde se han conseguido. En un ambiente en el que se utilizan estos métodos, resulta chocante saber que alguien cedió sus fotos libremente, amablemente, sin pedir nada a cambio. Me sorprende. No me parece ni bien ni mal. Cada uno puede hacer con sus fotos lo que le parezca mejor.

(Cierro paréntesis)

Aquella tarde-noche Javier Bueno ayudó a los periodistas de cierre de los otros medios, que no tenían por qué saber nada de rallies, a elegir las fotos, a clasificarlas por orden de importancia e incluso a poner los pies de foto. (No sé si le firmaron las fotos con su nombre o sólo con el de la revista). Les ayudó a realizar su trabajo, compartió su «propiedad intelectual» que tan de moda está con la llegada de internet en tiempos del periodismo analógico. Javier es un hombre porque sí, porque le da la gana hacer las cosas como a él le parece y le importan nada los sistemas y el orden establecido. Él es así. Su forma de ser quizá sea envidiable, pero no es frecuente.

Abro paréntesis de nuevo

Siento no contarles más cosas de Javier Bueno. Es un gozo compartir mesa con él. Tiene recuerdos a cientos, ideas de las suyas y opiniones superpuestas. Me hubiera gustado que lo vieran cuando hablaba de los pilotos de ahora que parece que no sirven para nada sin fisioterapeuta y mentalista. Recordaba a Jim Clark en la inauguración del Jarama, con su mono de mecánico y su casco de no se sabe qué. O los 10.000 cambios de marcha que tenía que hacer con la palanca en H cualquier piloto en un Rally de Montecarlo. «A esos pilotos que se les escapaba la conducción por las manos…». Cualquier tiempo pasado no fue mejor, pero en las carreras yo creo que sí.

Otro más.

En la mesa estaba Arancha Pato, que trabajaba en Autopista en aquella época. Esa parte la tengo contrastada. No le he preguntado a nadie de Motor 16, por lo que si he escrito alguna imprecisión que afecte a su medio la corregiré de inmediato.