Este próximo fin de semana voy a participar en el IX Eco Rallye Vasco Navarro con un BMW i3 94 Ah, como piloto del equipo presentado por IBIL, empresa gestora de carga, participada por el Ente Vasco de la Energía y por Repsol. En Arpem y en km77 estamos en conversaciones con IBIL para llegar a acuerdos de colaboración. El primero de ellos es esta participación integrados en su equipo del IX Eco Rallye Vasco Navarro.

El coche acabo de recogerlo este miércoles a las 13:00. Ya está en mis manos. De aquí al sábado voy a practicar todo lo que pueda para conocerlo bien. Este es nuestro coche, recién recogido.



Este Eco Rallye (creo que todos los Eco Rallyes son así, pero no tengo la certeza absoluta) combina la regularidad de velocidad en los tramos con el consumo. Los participantes tenemos que cubrir unos tramos, a velocidades medias exactas indicadas en el rutómetro (varían de unos puntos a otros) y además hacerlo con el menor consumo posible.

Mi experiencia en este tipo de pruebas de regularidad roza el cero absoluto. Participé hace unos años en dos pruebas de estas características y obtuve buenos resultados en consumo, pero siempre muy malos en regularidad.

Para esta ocasión (voy a proponerle a IBIL y a BMW que participemos asiduamente en este tipo de pruebas, a ver si los convenzo) quiero hacerlo bien en las dos facetas. Me voy a esforzar mucho por hacerlo bien. Mi objetivo es ganar. Sé que es imposible, que no tengo ninguna experiencia, que voy a competir con pilotos y copilotos con capacidades infinitamente mejores que las mías, pero me da igual. Yo voy con el objetivo de ganar. (Luego, si termino último, no quiero tener ninguna excusa).

La primera parte de la prueba consiste en llegar desde Madrid a Bilbao en un BMW i3 94 Ah con una sola parada. Son 400 kilómetros que tengo que realizar en dos etapas de 200 kilómetros. En principio parece asequible, pero el consumo de los coches eléctricos por carretera es muy alto y alcanzar un consumo de 13 kWh por cada 100 kilómetros no es nada fácil.

La noche del jueves al viernes la he programado para dormir en el parador de Lerma, donde me han asegurado que podré cargar el coche. Espero que su sistema de carga no dé problemas, porque si no me pierdo el Rallye.

El Parador de Lerma, justo a mitad de camino entre Madrid y Bilbao, está en lo alto de una colina. Es una mala noticia. Llegar con las baterías justas de carga y tener que subir la pendiente que lleva hasta el Parador puede suponer un obstáculo insalvable si no calculo bien. (Por si acaso y si alguno de ustedes vive cerca, si no le importa acercarse por si hay que empujar… calculo que llegaré al Parador sobre las 19:30. Saldré de Madrid a las 16:30 y espero hacer los 200 kilómetros a una media entre 60 y 70 km/h) 🙂

Desde el Parador escribiré cómo ha ido esa primera etapa. Les mantendré informados.

El viernes tengo que llegar a mediodía a Bilbao para hacerle una carga rápida al coche e ir directamente al tramo de calibración, para conocer exactamente la diferencia entre la distancia oficial y los instrumentos de medida del coche.

De momento, sólo me preocupa llegar a Lerma, subir la última rampa hasta mi plaza de garaje reservada y poner el coche a cargar. Bajar al día siguiente por la cuesta con la batería rebosante de carga es un despilfarro que me va a doler. Quizá me lleve una rueda de inercia para cargarla durante la bajada y aprovecharla luego de alguna manera.

El jueves por la noche les cuento mi trayecto desde Madrid hasta Lerma.