Ha muerto Luis Ángel Rojo, uno de mis mejores profesores, aunque nunca fue profesor mío. Le aprecié siempre, cada una de sus charlas era una clase excelente e impartió seriedad en el Banco de España.

Una tarde, en una comparecencia ante la comisión de economía del Congreso, una diputada le preguntó y Luis Ángel Rojo anunció con antelación que a la mañana siguiente el Banco de España modificaría el precio del dinero. Era 1996 o 1997. Nunca nunca se anunciaba ni con un minuto de antelación la decisión del Banco de España. Pero esa tarde lo hizo.

Yo trabajaba como periodista económico en aquella época y no me creía lo que había oído. Tardé medio segundo en reaccionar. Durante ese medio segundo, me preguntaba si estaba autorizado a dar esa noticia, iba a suponer información «privilegiada» para los inversores que se enteraran medio minuto antes, si era honesto que lo hiciera, si no se trataría de un error que se le hubiera escapado sin querer. La decisión del Banco de España era siempre secreta. Pero lo había dicho en un lugar público. Yo estaba allí como periodista y él tenía que saber que había periodistas. Dudé porque pensaba que contarlo al mundo podía suponer algo así como una traición a un hombre íntegro, que como todos se podía haber equivocado.

Yo trabajaba en una radio especializada en economía. Iba a ser el primer periodista en contarlo al mundo. Antes que los teletipos porque en mi radio iban a interrumpir cualquier programa para darme paso en directo. Eran algo más de las cinco de la tarde. En antena esta el programa «Cierre de mercados», que dirigía Susana Criado.

Agarré el teléfono móvil y salí casi corriendo de la sala, haciendo ruido por la prisa, para llamar a la radio. Mientras dejaba la sala le oí decir: «No hace falta que corran, nos decía a los periodistas, los mercados ya están cerrados». Era la frase que yo necesitaba. Estaba dando permiso para que lo contáramos, aunque seguramente se estaba arrepintiendo de haberlo dicho. A mí me sonaba raro, porque la bolsa española estaba cerrada pero los mercados de divisas estaban abiertos en todo el mundo. La noticia provocó una oscilación apreciable en la cotización de la peseta. Los inversores esperaban la noticia a la mañana siguiente y les llegó de sopetón la tarde anterior.

Susana Criado me dio paso y entré en directo para contarlo. Creo que Susana no se fiaba de mí. Yo aseguraba que lo había oído sin lugar a dudas y que lo había dicho Luis Ángel Rojo, el gobernador del Banco de España en la comparecencia en el Congreso. Yo estaba en el Congreso de casualidad, porque la periodista que cubría normalmente la información en el Parlamento era Marta Soria, que esa tarde no pudo ir por no sé qué motivo. «Para una vez que hay una noticia en el Congreso…» me dijo luego en la redacción. Cuando apareció en el teletipo de EFE Susana se quedó más tranquila. No lo recuerdo, pero probablemente me fuera corriendo a la radio para llevar el corte de voz de Luis Ángel Rojo y poder emitirlo.

Otra vez, en el Casino de Madrid, en una comida con periodistas económicos, le pregunté si los criterios de convergencia para el ingreso en la moneda única no deberían haberse fijado de otra forma (Muchos economistas criticaban no sólo los topes de los criterios, sino el criterio mismo). «No voy a discutir que otros criterios podrían ser mejores, dijo, pero estos son los que tenemos y todo nuestro esfuerzo se tiene que dirigir a cumplirlos».

Luis Ángel Rojo denominaba a la economía española la economía «suflé», porque «se hincha y deshincha con grandes movimientos y cada vez que se deshincha destruye más empleo que el que se crea en la recuperación siguiente». Hace 15 años de aquellas palabras, ahora mismo también serían de actualidad.

Es mentira que Luis Ángel Rojo haya muerto. Tenemos sus libros y el ejemplo de su honestidad intelectual. Para mí fue un placer grande escucharle unas pocas veces y tuve el orgullo de que contestara preguntas formuladas por mí y que dedicara tiempo a contestarlas con detalle y a enseñarme en cada respuesta.