En la comparativa de prestaciones del Seat Leon analizaba aceleración y distancias de frenado en diferentes modos de conducción del SEAT Leon 1.5 eTSI 110 kW (150 CV) DSG Start/Stop FR y también comentaba sensaciones y dudas sobre el sistema dinámico de control del chasis «DCC».

Ahora me centro en los datos de consumo. También comparo el León sTSI contra sí mismo y analizo los datos de consumo, sin olvidar los datos de aceleración del artículo enlazado arriba, para intentar explicarme los motivos de las igualdades y las diferencias. No consigo resolver algunas dudas. Es muy posible que al comparar en diferentes condiciones, por mucho que intente realizar las pruebas en situaciones equiparables, los datos lleven a confusión o que las diferencias sean tan pequeñas que no se aprecie por los medidores que empleo.

Empiezo por los errores de los medidores. El medidor de distancia del coche tiene un error del uno por ciento. Cada 10000 metros del indicador del coche son 10099 metros reales. Es decir, recorre más distancia que la que indica el marcador.

Para medir el error de consumo utilizo la técnica habitual. Relleno hasta el tope el depósito en el mismo surtidor para que la pendiente a la que está el coche sea la misma. Es un sistema que en algunos coches resulta impreciso, por más paciencia que tenga quien rellena. La operación de rellenar hasta el tope me ha llevado más de media hora en dos ocasiones en este Leon. Y por en medio he introducido cantidades fijas. Al final he medido un error del 1,4%. Cada 10 litros que indica el medidor del coche en consumo real suponen 10,14 litros.

En definitiva, que teniendo en cuenta el error del odómetro y el error del medidor de consumo, prácticamente se compensan entre ellos. Por tanto, el medidor de consumo del coche da un dato muy aproximado al real, con kilómetros reales. Por otro lado, al comparar el coche consigo mismo, el error del medidor y del odómetro es irrelevante, pero me sirve medirlo para comparar más adelante con otros coches.

Consumo en autovía

Recorrido de consumo en autovía. No todo es trabajar o, al menos, mientras trabajo también disfruto del paisaje.

Realizado en el recorrido habitual que utilizamos en km77 para medir el consumo en autovía a 120 km/h de media (recorremos casi 144 kilómetros e intentamos que la velocidad media final sea de 120 km/h, por un trazado con un perfil marcado por continuos desniveles).

En esta medición, el consumo en modo «Eco» y en modo «Normal» ha sido idéntico y con unas condiciones ambientales muy parecidas. Ocho y siete grados de temperatura y 120,1 y 119,5 km/h de velocidad media respectivamente. Cuadro resumen de estas mediciones:

Seat Leon 1,5 eTSI 110 kW (150 CV) DSG Start/stop FR
Consumo en autovía a 120 km/h de media
Modo «Eco» «Normal»
Temperatura (ºC) 8 7
Velocidad media (km/h) 120,1 119,5
Consumo (l/100 km) 6,4 6,4

El consumo en estos dos recorridos lo he medido con el climatizador apagado. Por cierto y hablando de impresiones, el ventilador en este coche y en el otro Seat Leon y en dos Skoda Kamiq que he probado recientemente resultan ruidosos. En todos esos coches, a baja velocidad del ventilador, el sonido era más alto del que esperaba. Para las pruebas de consumo no he parado los ventiladores por ese motivo, sino por igualar las condiciones lo más posible. En todos los recorridos, en autovía y en ciudad, he apagado el climatizador. En estas condiciones, no he pasado nada de frío, con temperatura exterior fría. Con el climatizador apagado, aparentemente no entra nada de aire del exterior. Sí he llevado en algunos momentos el volante calefactado con la mínima intensidad, tanto en ciudad como en carretera.

Según estos datos y en estas condiciones, la mayor diferencia en autovía entre llevar el modo de conducción «Eco» y el «Normal» estriba en el tacto del pedal del acelerador. En verano, cuando el modo «Eco» limite el aire acondicionado, habrá diferencias en consumo y en calor dentro del coche, pero eso no depende del modo «Eco» del motor, sino de utilizar o no el aire acondicionado.

Así las cosas, a igualdad de consumo, el tacto del acelerador es más agradable en modo «Normal» que en modo «Eco», por lo que yo no lo dudaría. Si el Seat Leon fuera mi coche, después de verificar el resultado que he obtenido con pruebas en mis recorridos habituales, utilizaría el modo «Normal» para el motor en autovía.

Tengo la duda de si teóricamente el modo de funcionamiento del motor en modo «Dos cilindros» y si la desconexión del motor en el desplazamiento por inercia está más acentuada en el modo «Eco» que en el «Normal». Yo no he notado nada al conducir el coche. Seat en la información que publica no responde a estas preguntas. He preguntado a los responsables de comunicación para ver si me dan esta información.

Cuando el motor funciona en modo dos cilindros, lo anuncia en el cuadro de instrumentos:

Este es uno de los modos de ver el cuadro de instrumentos del nuevo León. Esta foto no la hice durante el recorrido de consumo. Pero incluso a 120 km/h, en algunas circunstancias, puede entrar en funcionamiento el modo de 2 cilindros.

Además del modo de funcionamiento en modo 2 cilindros, otro modo de ahorro de energía es el que Seat denomina desplazamiento por inercia, que se produce al levantar completamente el pie del acelerador. Sorprendentemente (para mí) he descubierto dos modos diferentes de funcionamiento por inercia: con el motor en marcha y con el motor parado. En las fotos siguientes pueden verse. En marcha a esas velocidades, el motor no se oye apenas, por lo que es imposible (para mí) saber de oído si el motor gira al ralentí o si está parado. Sin embargo, la aguja del cuenta revoluciones es el chivato perfecto.

Esta foto está hecha poco después de la foto del funcionamiento del motor en modo dos cilindros. El cuadro se chiva del día y la hora. con el cambio en modo D, el coche, sin encomendarse a nadie, desacopla el motor de la transmisión y deja el motor girando al ralenti aunque la velocidad sea cercana a 100 kilómetros por hora.
Lo sorprendente, para mí, es que en este desplazamiento por inercia llegue a parar el motor. Es un Start&Stop en la autovía, sin semáforo rojo, a 100 km/h. Desconozco si se notaría si tuviera que frenar en esta situación y dado que el tacto del freno de este coche me ha parecido tan variable, quizá también influya en esa variación si frenas cuando el motor está en marcha o parado.

Consumo en ciudad

En ciudad mido el consumo en un recorrido cuya velocidad media viene determinada principalmente por los semáforos y no por el tráfico, por lo que me permite medir en condiciones equiparables en muchas ocasiones. Es un recorrido de ocho kilómetros que recorro en tres ocasiones. La velocidad media se sitúa siempre alrededor de 17 km/h. Cuando da la casualidad de que en una vuelta los semáforos están mayoritariamente en verde, puedo llegar a 18 km/h de media y cuando están todos en rojo, la velocidad cae a 16. Pero, de momento al menos, he conseguido siempre velocidades similares.

Doy tres vueltas. La primera con el motor frío, recién arrancado después de pasar la noche en el garaje. En la segunda no cambia nada, pero después de casi media hora circulando el motor ya está caliente y repito la medición. En la tercera vuelta, desconecto el sistema de apagado automático del motor en semáforos (en los coches que lo llevan), para ver si varía el consumo y cuánto con el «Dos cilindros».

Con el SEAT Leon 1.5 eTSI 110 kW (150 CV) DSG Start/Stop FR he repetido el recorrido de consumo dos mañanas diferentes. Una en modo «Eco» y otra en «Normal». En esta ocasión las diferencias de consumo sí han sido relevantes. También he realizado las mediciones con el climatizador apagado.

Seat Leon 1,5 eTSI 110 kW (150 CV) DSG Start/stop FR
Consumo urbano
Modo «Eco» «Normal»
Temperatura (ºC) 9 13
Motor frío
Velocidad media (km/h) 16,7 17,0
Consumo (l/100 km) 8,1 8,4
Motor a temperatura normal de funcionamiento
Velocidad media (km/h) 18,4 16,6
Consumo (l/100 km) 6,9 7,4
Motor a temperatura normal. Sin Start&Stop
Velocidad media (km/h) 18,6 17,8
Consumo (l/100 km) 7,2 7,6

Me ha sorprendido esta diferencia de consumo. Es cierto que, salvo en el primer recorrido con el motor frío, con el motor caliente las condiciones me han obligado a ir ligeramente más despacio. Principalmente, más tiempo parado en los semáforos y probablemente alguna parada más. Pero son diferencias de velocidad pequeñas, por lo que parece que sí hay algo que haga que el consumo inferior sea menor en modo «Eco».

En las prestaciones quedó claro que la potencia del motor queda limitada al utilizar el modo «Eco» y por ese motivo el coche acelera menos. Pero en ciudad, a esta velocidad, utilizo la misma potencia en modo «Eco» como en modo «Normal».

Soy cuidadoso al conducir y por el hecho de que el recorrido del pedal sea diferente no piso más de lo necesario cuando voy en modo «Normal». En los dos casos he realizado una conducción tranquila, normal para recorrido urbano, sin grandes aceleraciones y aprovechando las inercias cuando veo una luz roja a lo lejos o un paso cebra a media distancia. Y en estas circunstancias y con esta forma de conducir no he encontrado ningún perjuicio cuando he circulado en modo «Eco». Lo que quiero decir es que todo el gasto de más que se produce en el modo «Normal» es absolutamente innecesario, porque ni me ha limitado la conducción ni he notado ninguna respuesta rara del motor (el climatizador estaba apagado).

No sé si el menor consumo se debe a que el motor funciona más tiempo en modo dos cilindros en el modo «Eco», pero no tendría sentido que fuera así, ya que el modo en dos cilindros pasa despercibido para el conductor, tanto por sonido como por la transición de un modo a otro. (Si uno azuza mucho el oído, sí nota un ligerísimo cambio de sonido, pero es prácticamente imperceptible). Por tanto, ya que no hay diferencia, el modo de dos cilindros habría que utilizarlo siempre al máximo si de verdad aporta ahorro (que eso tampoco lo sé).

No sé a qué puede deberse ese menor consumo en modo «Eco». Quizá se deba únicamente a las diferentes condiciones en las que medí, pero las condiciones eran similares. Sin embargo, me sorprende mucho el hecho de que sin perder nada a cambio, un motor sea capaz de circular en unas condiciones con un consumo menor y no lo haga siempre de esa forma.