Hace más o menos un mes, después de conducir el Porsche Taycan, pregunté en este blog: ¿Si tú fueras Porsche, qué eléctrico harías?

Lo pregunté porque el Taycan me decepcionó. Puestos a hacer un coche escaparate, Porsche podía elegir entre hacer un coche con prestaciones brutales (más de lo mismo, pero en eléctrico) o presentar un coche tecnológicamente rompedor, o un concepto rompedor y diferente.

He escrito muchas veces que los coches de baterías grandes son un error de concepto. Porque las baterías son muy costosas energéticamente de fabricar y porque durante su fabricación se emite mucho CO2 y se consumen recursos naturales escasos que luego no se amortizan, porque, salvo los profesionales, nadie hace 300 kilómetros cada jornada.

A mi juicio, los coches deben tener baterías pequeñas, que cubran las necesidades diarias. Y buscar otros sistemas de alimentación o transporte, quizá menos eficientes, para las excepciones. Un sistema poco eficiente para las excepciones no perjudica, porque se trata de situaciones poco frecuentes, que pueden suponer alrededor de un 10% de los kilómetros recorridos con el coche.

A mi juicio, en el futuro, hay una alta probabilidad de que los coches tengan una batería enchufable de tamaño moderado y que el extensor de autonomía se realice mediante una pila de combustible alimentada por hidrógeno.

De esta forma, evitamos totalmente la emisión de CO2 a la atmósfera durante la utilización, no fabricamos coches pesadísimos que arrastran cientos de kilogramos diariamente que no necesitan para nada, optimizamos la fabricación y el uso de las baterías, el gasto de materias primas y construimos una economía del hidrógeno que tiene mucho sentido para almacenar la energía sobrante que se genera por fuentes limpias cuando no hay consumo y que por tanto normalmente se desaprovecha.

Un sistema híbrido de acumuladores pequeños e hidrógeno tiene el gran inconveniente, en la actualidad, de que utiliza dos tecnologías no amortizadas y que por tanto encarecen mucho el coche. Y quizá haya otros muchos problemas que yo no consigo adivinar.

Por estos motivos, porque sin duda un coche híbrido de baterías enchufables y pila de combustible resultaría un coche muy caro, es por lo que considero que Porsche podía haber elegido esta opción para su escaparate.

En definitiva. Puedo estar equivocado, pero tengo la sensación de que la probabilidad de que el coche del futuro sea mixto de baterías enchufables e hidrógeno es muy alta. Unas baterías de tamaño y peso moderado, y más cuando mejore la teconología, pueden ser muy eficientes. El hidrógeno, termodinámicamente menos eficiente en todos los procesos de transformación, tiene la ventaja de su mayor densidad energética cuando se almacena a presiones elevadas, por lo que con poco peso se pueden conseguir elevadas autonomías.

El hidrógeno y las baterías enchufables se complementan a la perfección y basta con un único motor, a diferencia de los híbridos enchufables actuales, que requieren de dos motores.

En definitiva. Es muy posible que me pierda algo. Pero si tuviera que apostar mis dineros en una idea de futuro, creo que la combinación de estas dos tecnologías en un coche tendría muchas probabilidades de conseguir mi capital.