La mayoría de ustedes no sabrán quién es. Quién fue. No se preocupen. No creo que se perdieran mucho. Fue mi primer editor, en la revista AutoHebdo, cuando empecé en esto del periodismo del motor.

Alfonso no despertaba simpatías entre los periodistas (el único ambiente en el que lo he conocido). Tenía un carácter raro, no era exactamente antipático, ni irascible. A veces era sólo molesto. Tenía una risa inaguantable. Como sardónica, pero sin motivo. Y yo le tenía cariño. Era un tipo raro, sí, de comportamiento extraño, sí. De risa inaguantable, sí. Y yo le tenía cariño.

Con Alfonso probé mis primeros coches, hará unos 25 años, cuando me parecía que todos tenían la suspensión blanda. Recuerdo mi primera prueba, la primera semana de empezar a trabajar, un Citroën BX Sport contra un Opel Kadet GSI. Fui a probarlos de noche con Alfonso a uno de los tramos que había entonces en Madrid (Ahora son casi todo autopistas). Nos subíamos los dos en el mismo coche, uno al volante y otro de copiloto. Luego nos cambiábamos y repetíamos el tramo. Luego Alfonso me decía el tiempo que había marcado él y el mío. Me engañaba con el crono, pero a mí no me importaba nada. Yo estaba feliz. Aquello no era trabajar.

Muchos años después hemos repetido. Hemos compartido coche en muchas presentaciones. Alfonso siempre me hablaba de mis manos (angelito). Quizá por eso le tengo cariño.

Escribe un mail Luis Villamil en el que dice que Alfonso ha muerto. No estoy triste, pero quiero contarlo.

Hace años (no recordaba que tantos, en 2002) compartí coche con él en Portugal, en la presentación del MINI Cooper. Como siempre me picaba y me animaba a probar diferentes cosas y a correr un poco más, me dejó cunducir mucho rato, mientras él iba de copiloto. Que me dejara tanto rato el coche (llevalo tú que le sacas más partido) me sirvió para escribir estas impresiones de conducción del MINI Cooper y este comentario de extensión en el foro.

En aquella ocasión utilicé el foro de forma similar a como utilizo ahora este blog.

Yo sé que no hay vida después de esta. Alfonso ya no está físicamente en ninguna parte. Mientras yo viva tendré algunos recuerdos bonitos con él a mi lado. Gracias Alfonso.