Lo que sigue no es una prueba de las habituales este blog. Es una especie de comparativa informal de dos coches que hace poco han pasado por km77.com. No me parece descabellado ponerla aquí y así de paso damos un poco de vida a este blog (que por cierto, tiene mucha audiencia para su ritmo de actualización).

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Hace unas semanas, en km77.com hicimos coincidir dos coches muy distintos pero que compiten en el mercado. Se trata de las versiones básicas del Chevrolet Corvette (436 caballos y 85 600 Euros) y del Porsche 911 (349 caballos y 99 400 Euros). En las pruebas publicadas de estos dos modelos (la del Corvette y la del 911) hay información más valiosa: aquí doy un punto de vista más personal y menos trabajado.

Son dos coches deportivos, rápidos y adecuados para disfrutar de la conducción, pero bien distintos por cómo van y por cómo son. Tenías ganas de probar el Corvette para hacerme una idea de su comportamiento. De este modelo había escuchado duras críticas que ahora ya puedo decir que no comparto.

Porsche 911 y Chevrolet Corvette

Porsche 911 y Chevrolet Corvette

El Corvette no es solo una carrocería espectacular de ruedas anchas; también es rápido en recta y en curva, tiene un motor poderoso desde solo 500 hasta algo más de 6000 rpm y no gasta excesivamente para la fuerza que tiene. Eso sí, su conducción requiere buen nivel de destreza y atención. No es un coche “fácil”, pero llevarlo rápido no precisa más precauciones que, por ejemplo, otros coches muy potentes de motor delantero, tracción posterior y puestos a punto para que tengan reacciones ágiles. En particular me refiero al SLS AMG, al nuevo BMW M5 e incluso al BMW M3.

El Corvette requiere un tiempo de adaptación. No te montas y a los pocos minutos todo resulta familiar. El cambio manual de marchas va duro, su trayectoria se altera con facilidad a poco que el piso no esté en perfecto estado (incluso a velocidades normales), necesita mucho espacio para maniobrar y es muy fácil que toque con el suelo en cualquier garaje o “guarda tumbado”(debido a una pieza que hay bajo la carrocería que cumple función aerodinámica).

Chevrolet Corvette. Deflector aerodinámico en la parte inferior de la carrocería

Chevrolet Corvette. Deflector aerodinámico en la parte inferior de la carrocería

El 911 sin embargo, parece nuestro coche de toda la vida pocos minutos después de ponernos a sus mandos. Y cuando digo Porsche 911 me refiero a este último modelo. Tenía ganas de dar mi opinión: casi no se parece al anterior. No se parece ni por reacciones, ni por estética (alguien me dijo que su «culo» respingón era más propio de un Aston Martin… ya no tiene la trasera “tirada” en el suelo, detalle distintivo de las anteriores generaciones de 911). Tampoco se parece a los anteriores cuando miras por los espejos retrovisores exteriores: antes veías unas prominentes aletas que cubrían las ruedas posteriores a punto de salirse de la carrocería y ahora lo que se ve es una aleta casi normal. De rebote, revisando datos técnicos, me he dado cuenta que es el primer 911 que tiene la vía delantera más ancha que la trasera ¡qué cosas! (eso no quiere decir que la pisada del eje posterior sea más estrecha que la del eje anterior).

El caso es que el 911 va muy bien y su conducción a ritmo rápido no produce mucha tensión. Por si fuera poco, su dirección se mueve con facilidad, con un solo dedo si fuera necesario y, a la vez, permite sentir bien los movimientos de la carrocería y de las ruedas.

Chevrolet Corvette y Porsche 911

Chevrolet Corvette y Porsche 911

El 911 va por su sitio con una precisión de trayectoria sobresaliente: el conductor apunta con el volante y el coche sigue la trayectoria indicada, así de fácil. En las anteriores generaciones que he conducido del 911, lo normal en curva era tener que corregir la dirección varias veces durante un apoyo, mientras que la carrocería tenía un movimiento mezclado de cabeceo y balanceo al que había que acostumbrarse y que al principio desconcertaba. Ya no. Ahora el 911 va como un tren en una vía en perfecto estado. Es casi como un Mercedes-Benz Clase S en recta, pero con la agilidad de un Renault Clio RS cuando toca cambiar de trayectoria.

El nuevo 911 podría ser uno de los mejores deportivos del panorama actual, y posiblemente también, uno de los más dóciles en el día a día (eso no quiere decir que no haya que ser un piloto puntero para aprovechar todo su potencial) y que además gasta ocho litros – o menos- a velocidad legal por autopista.

Para concluir dejo algunos enlaces a algunos vídeos que hice cuando probé el Corvette, a excepción de alguno que, como es normal (cuando uno prueba se equivoca), no gustó en su momento a algunos lectores habituales:

Proceso para eliminar el techo:

Sonido del motor:

Información proyectada en el parabrisas:

Enrique Calle