Tras comparar el estado de nuestro Clio con uno nuevo, decidimos reparar pequeños desperfectos de cara a su futura venta (pronto lo anunciaremos en coches77.com).

Estos son los detalles que había que subsanar: daños en las llantas y desperfectos leves en la pintura de los paragolpes y el capó.

Las llantas

En mayor o menor medida, estaban rayadas por el roce con los bordillos al aparcar.

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Paragolpes trasero y delantero

Ambos tenían algunas zonas con la pintura deteriorada. El delantero necesitaba la reparación de la moldura que enmarca los antiniebla, en el lado derecho, tras haber impactado contra un jabalí meses atrás (más detalles en esta entrada del blog Curvas Enlazadas). El trasero incluye una moldura de color negro brillante («Pack look exterior negro») que también tenía que ser pintada.

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Capó.

Tenía varios desconchados fruto del impacto de pequeñas piedras que saltan en carretera despedidas por las ruedas de otros vehículos. Reparar esta pieza implicaba la sustitución del vinilo decorativo original.

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Aleta trasera izquierda.

Estaba arañada, posiblemente por haber calculado mal en algún giro al aparcar.

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Piloto izquierdo.

Estaba mal sujeto porque, cuando lo desmotamos para enseñar cómo se cambian las bombillas (entrada con los vídeos sobre el cambio de bombillas y de la pila del mando a distancia), se rompió uno de los anclajes de plástico.

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La elección del taller de pintura fue casi fruto de la necesidad que nos surgió cuando preparábamos la revisión final del Clio. Teníamos previsto desmontar los amortiguadores para enviarlos a una empresa sita fuera de Madrid, donde iban a hacer unos ensayos para analizar su estado. Así que necesitábamos un taller donde, tras desmontar los amortiguadores, pudiesen «guardar» nuestro Clio sin los amortiguadores hasta que, tras el análisis, los tuviésemos de vuelta.

Utilizamos un foro de internet especializado en automóviles para contactar un taller que pudiese y quisiese hacerlo. Tras algún ofrecimiento que no nos resultó convincente (como realizar la tarea sin factura), Getauto S.L (Getafe, Madrid) se presentó como candidato y no vimos inconveniente en llevarlo allí.

Mientras acordábamos la fecha más adecuada para efectuar la prueba de los amortiguadores, decidimos que, si Getauto también disponía de taller de chapa y pintura, ellos mismos se encargasen de esas reparaciones. Les consultamos y no tuvieron reparos en que todo se hiciese a la vez: desmontaje y montaje de los amortiguadores y reparación de chapa y pintura.

Finalmente la prueba de los amortiguadores se desestimó y, como ya habíamos convenido llevar el coche a pintar allí, decidimos seguir con ese plan, advirtiéndoles de que la reparación correría a cargo de la aseguradora de nuestro Clio, que en ese momento era Mutua Madrileña, con quien teníamos contratada una póliza a todo riesgo sin franquicia. Esta póliza la obtuvimos a través del comparador de seguros de coches de km77, donde aparecía como la de menor coste en el momento en que hicimos la búsqueda.

El día 9 de marzo fue el día acordado con Getauto y con Mutua Madrileña para el peritaje. El día previsto por Getauto para entregar el coche fue el 25 de marzo, intentado en todo caso evitar llegar a la Semana Santa (2 y 3 de abril). Nos pareció un poco largo el plazo pero nos explicaron que las llantas las reparaba un especialista externo y que esto generaba una demora al estar el coche sin ruedas para poder moverlo por el taller. Nos pareció razonable esta explicación.

Para regresar a nuestra oficina nos ofrecieron el desplazamiento hasta un punto que nos viniese bien: una estación de cercanías o de metro, o un punto cercano de Madrid. Este servicio nos consta que no nos fue ofrecido en exclusiva, sino que disponen de un coche rotulado al efecto que sirve para llevar y traer clientes.

Al arreglar los partes del peritaje surgió un problema: los partes para la aseguradora debían estar firmados y sellados por la empresa al tratarse de un coche a nombre de empresa. Subsanamos el problema durante esa misma mañana pero, aun así, el perito de Mutua Madrileña ya no pasó por el taller ese día.

El miércoles 11 nos llamaron del taller para confirmarnos que esa mañana había ido el perito (dos días después dejar el coche) y había aceptado la reparación de todo salvo la sustitución del vinilo decorativo del capó, aduciendo que no estaba cubierto en la póliza. Pedimos a Getauto que diesen inicio a la reparación y les dijimos que nosotros reclamaríamos a Mutua Madrileña. Con este retraso, la fecha prevista de entrega se postergaba hasta el lunes 30 de marzo.

Acto seguido revisamos la póliza contratada con Mutua Madrileña y comprobamos que el vinilo decorativo estaba incluido bajo la denominación «STRIPPING DE TECHO SPORT». Llamamos al servicio de atención al cliente de la aseguradora, explicamos lo sucedido con la peritación, comprobaron que nuestra póliza cubría ese elemento y dejaron constancia en su sistema de que el cliente (nosotros) había reclamado su inclusión. Al cabo de unas horas el responsable de Getauto nos llamó para confirmar que habían autorizado también la reposición de la pegatina.

Poliza-Mutua-Madrilena

Durante las dos semanas siguientes llamamos en un par de ocasiones para confirmar que el coche estaría listo en la fecha prevista. La atención fue amable en todo momento y nos respondieron siempre con rapidez, haciendo previamente la comprobación del estado de la reparación. Nuevamente nos ofrecieron recogernos si no teníamos forma de llegar al taller. Declinamos la oferta. No sabemos hasta qué distancia o lugar nos hubiesen ido a recoger, pero nos parece un detalle útil para muchos usuarios, sobre todo si disponen de un único vehículo. Finalmente fuimos a por el coche el miércoles 1 de abril, tras retrasar nosotros voluntariamente la recogida. No hubo ningún problema en dejar dos días más el coche en el taller.

El lunes de la semana siguiente a haber recogido el coche (6 de abril, ya pasada la Semana Santa) hicimos una inspección  minuciosa de la reparación. Todos los elementos de los que solicitamos reparación habían sido arreglados, incluyendo la fijación del piloto que, en un momento dado, podría haber pasado desapercibida. Nos percatamos de varios detalles: el paso de rueda trasero izquierdo estaba manchado de pintura amarilla y había una mancha de pintura, de 1,5 cm de largo, en la moldura decorativa de color negro brillante del lateral izquierdo. Además, el vinilo decorativo del capó presentaba pequeñas burbujas, la mayor de ellas de menos de 1 cm de diámetro;

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El asiento del conductor estaba manchado de algo que parecía pintura. Nadie de la redacción de km77.com tenía constancia de que esa mancha estuviese ahí antes de llevar el coche al taller para pintarlo. No podemos asegurar que fuera algún operario de Getauto el causante de esta mancha, pero dado que donde estaba situada resultaba muy vistosa pensamos que sería difícil no habernos percatado de su presencia, así que comunicamos este detalle al responsable del taller.

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La zona izquierda del paragolpes trasero tenía la superficie de la pintura con aspecto levemente rugoso. Se trataba de un espacio de diámetro aproximado 20 cm, solo apreciable con ciertas condiciones de luz. De hecho, en la foto apenas se aprecia. No apreciamos ese defecto en ninguna otra zona recién pintada.

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Estas mismas imágenes las enviamos por e-mail el martes 7 de abril por la mañana al taller, informándoles de todo lo que ya hemos comentado. Considerábamos que todos estos detalles debían subsanarse. Poco después nos respondieron por la misma vía citándonos a partir del jueves 9 de abril por la mañana para subsanar todos esos defectos.

Las llantas quedaron bien reparadas pero días después de recoger el coche nos percatamos de que las zonas con apariencia de metal pulido habían perdido la rugosidad original de su superficie. Ahora el aspecto de esas áreas era completamente liso.

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El viernes 10 de abril llevamos de nuevo el Clio a las instalaciones de Getauto a primera hora de la mañana. Repasamos todas nuestras observaciones con el mismo responsable que nos había atendido en las anteriores ocasiones y le comentamos que no teníamos la certeza de que ellos hubiesen manchado la tapicería. Aunque él manifestaba su extrañeza porque, aseguraba, a los vehículos se les coloca una funda de plástico en el asiento y otra en el volante cuando se recepcionan y éstas no se quitan hasta que se hace entrega al cliente (en nuestro caso, en efecto, siempre actuaron de esta manera), se comprometió sin reparos a quitar la mancha. También a dar solución a la mayor brevedad al resto de desperfectos.

Esa misma mañana, al cabo de unas horas, nos llamaron para confirmarnos que ya estaba el coche listo. Por problemas de organización nuestros no podíamos recoger el coche hasta el lunes siguiente. Al hacerlo comprobamos que todos los problemas que habíamos encontrado habían sido satisfactoriamente arreglados. Incluso las burbujas del vinilo, que podían tener una solución compleja, estaban corregidas. Este es el estado general del coche tras acabar todo el proceso:

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Estamos conformes con el trato recibido por Getauto y por el trabajo realizado, a pesar de los contratiempos. Desde el principio hasta el final nos atendió la misma persona que, bien telefónicamente, bien por e-mail, se interesó en mantenernos informados del estado de las reparaciones.

No tenemos la impresión de haber recibido un trato preferencial. De haber sido así, entendemos que se habrían percatado de los defectos de la reparación antes de entregarnos el coche tras la primera visita al taller.