Debido al percance que tuvimos en el viaje a Barcelona y tras revisar el coche, decidimos llevarlo a reparar. En primer lugar nos pusimos en contacto con nuestra compañía de seguros —Mutua Madrileña— para que nos indicara cómo proceder en este caso (un accidente con un neumático perdido de un camión).

El Clio está asegurado a todo riesgo sin franquicia en Mutua Madrileña, compañía que elegimos tras hacer una búsqueda en nuestro comparador de seguros  y comprobar que era la más beneficiosa en nuestro caso. Aunque no nos hubiera costado nada arreglarlo (Mutua Madrileña permite tres partes con culpabilidad sin que afecte a la bonificación, como sería nuestro caso si no hubieran localizado el camión), queríamos averiguar cómo hay que actuar para que la reparación no penalice la bonificación en la póliza del año que viene en el caso de que se tratase de otra compañía distinta a Mutua. Creemos que es una información que puede ser muy útil para los lectores.

La aseguradora nos pedía la existencia un parte policial que confirmase nuestra historia. Nos pusimos en contacto con los Mossos d’Esquadra de Lérida, ya que fue la zona donde tuvimos el accidente.  Ellos tenían constancia de un neumático en la carretera, de hecho nos explicaron que ese neumático procedía de un camión que circulaba en sentido contrario al nuestro, que varios conductores les habían alertado y que habían ido a recogerlo. Nos dijeron que dejaban preparado el informe a la espera de que les llamase nuestra aseguradora. El trato que recibimos telefónicamente por parte de la policía fue excelente.

Renault Clio 2013. Paragolpes golpeado después de accidente

Paragolpes después del accidente

Cuando la aseguradora tuvo el informe y tras confirmarnos que se iba a hacer cargo de la reparación, nos pusimos en contacto con un taller Renault. Por proximidad, elegimos uno sito en la calle de Alcalá, número 520, en Madrid, propiedad de Renault Retail Group (Renault España). Nos dieron cita para el martes 16 de abril, a las 10:00.

Dos días después, el jueves 18, llamamos al taller para preguntar por el coche y nos dijeron que esa misma mañana había llegado la autorización de la compañía y que habían procedido a pedir las piezas. Además de lo que ya sabíamos, nos informaron de que el radiador también estaba dañado y que iban a sustituirlo. También nos dijeron que al ser un modelo nuevo, no tenían las piezas en su taller pero que esperaban tenerlo reparado para el jueves de la semana siguiente.

El miércoles 24 volvimos a llamar al no tener noticias. Nos explicaron que seguían sin las piezas (porque no había en stock en el almacén) y que habían procedido a reclamarlas de nuevo. Tampoco podíamos llevarnos el coche porque lo tenían desmontado.

Dado que la previsión era que el Clio iba a estar un mínimo de quince días parado en el taller intentamos obtener un coche de sustitución. El concesionario nos lo dejaba pagando por su uso. Creemos que el tiempo que nos estaban privando del coche por una reparación sencilla excedía por mucho de lo razonable y que el coche de sustitución debería ser gratuito. Como nuestra póliza con Mutua Madrileña incluía un coche de sustitución durante un máximo de diez días, en caso de tener el nuestro inmovilizado en el taller por accidente, decidimos comprobar el funcionamiento de la aseguradora en esta situación.

Les llamamos para solicitarlo, se quedaron con nuestra petición y contactaron con nosotros enseguida para confirmarnos que podíamos ir a recogerlo a la Estación de Atocha (Madrid), donde estaba la compañía de alquiler encargada de dárnoslo (Atesa). Según nos informaron, podía recoger el coche el titular de la póliza, o los conductores que figuren como habitual u ocasional en la misma. Les dijimos que al ser un coche de empresa, posiblemente iría alguna persona diferente a las anteriores. Nos dijeron que bastaba con una autorización por escrito.

Acudió una persona de la redacción con dicha autorización. La persona que nos atendió en Atocha nos dijo que no podía darle el coche al no aparecer la contratación del coche de sustitución a su nombre (contrariamente a lo que nos habían indicado). Así que tuvo que ir al día siguiente quien sí aparecía como conductor ocasional del seguro. Además, como quien iba a usar el coche de alquiler no iba a ser esa misma persona, tuvimos que enviar la documentación del futuro conductor para que apareciese como autorizado. Estuvimos una hora en el mostrador de Atesa de Atocha, esperando a que Mutua Madrileña autorizara la incorporación de un conductor adicional en el contrato de alquiler (a pesar de que nos habían dicho que no había problema en añadir conductores adicionales y que el día anterior Atesa nos dijo lo mismo). Finalmente Atesa nos dejó el día 25 de abril un Citroën C5 con carrocería familiar y motor Diesel de 140 CV durante diez días.

El día 29 nos ponemos en contacto otra vez con el taller. Dicen que han llegado todas las piezas excepto el radiador y una junta de los bajos, pero que ya los han reclamado. De todos modos, nos advierte de que el coche no estará hasta pasado el puente de mayo (días 1 y 2 de ese mes, festivos en Madrid). Les volvemos a preguntar por un coche de sustitución a coste cero. Nos responden que dado lo que está pasando, van a solicitar una autorización.

Al día siguiente nos dan fecha estimada de llegada de las dos piezas que faltan: el miércoles 8 de mayo. También nos informan de que aún no les han autorizado a que nos dejen el coche de sustitución, ya que lo tiene que sufragar «almacén» puesto que el retraso es culpa suya, y que «almacén» no ha dado respuesta.

El día 3 de mayo finaliza el plazo del préstamo del coche que nos había dejado la compañia de seguros. Preguntamos si era posible prolongarlo y nos dijeron que no, pero que nos lo podían alquilar a un precio inferior al normal.

El 9 de mayo, un día después de la fecha prevista, las piezas siguen sin aparecer. Nos comentan que vienen de Francia y que ha volcado un camión en la frontera y que quizás las piezas iban dentro. Finalmente, «almacén» no nos ha concedido el coche de sustitución pero ellos nos dejan uno gratuitamente (25 días después de dejar el coche en el taller…). Es un Renault Clio Diesel.

El jueves 16 volvemos a llamar. Nos informan de que acaban de recibir las piezas y que esperan tenerlo reparado para el lunes por la tarde o el martes por la mañana. Esta vez, los plazos tampoco se cumplen, pero por un adelanto, no un retraso, ya que el viernes  19 nos llaman para decirnos que podemos ir a recoger el coche ese mismo día. Nos pilla con el coche de sustitución de viaje, así que lo dejamos para el lunes por la mañana.

El lunes, tras lavar el coche de reemplazo y repostarlo para dejarlo con la misma cantidad de combustible que nos lo habían dado, acudimos a por nuestro Clio. Nos lo sacan a la calle y hacemos una inspección rápida. Tan solo encontramos una pequeña irregularidad en la puerta trasera derecha, que es la que han pintado. Tras preguntarle por ello, la persona que nos atiende nos dice que es un poro. No nos ofrece la posibilidad de disimularlo o eliminarlo de algún modo.

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Defecto en la pintura tras reparar la puerta

Al llegar a la oficina, hacemos una inspección detallada y aprovechamos para hacer unas fotografías. Vemos que hay restos de pintura amarilla en el embellecedor negro de la puerta del conductor….

embellecedor

Restos de pintura amarilla en el embellecedor de la puerta delantera izquierda.

….y que gran parte del paso de ruedas trasero izquierdo está pintado de amarillo….

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A la izquierda, el paso de ruedas «normal». A la derecha, el paso de ruedas del lado reparado.

 

Además,  hay un desajuste en los laterales del paragolpes delantero, ya que no encaja igual con la aleta de una lado y con la del otro:

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Ajuste del paragolpes con la aleta, a la altura del faro. Además se aprecia en esa parte de la aleta una zona rozada

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Mal ajuste del paragolpes con la aleta izquierda

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En esta imagen se aprecia perfectamente que el ajuste es desigual


Al agacharnos, también vemos que el faldón de plástico sin pintar que protege el paragolpes delantero por la parte inferior está rozado. Esa pieza, según la documentación que nos han enseñado, es nueva así que han tenido que rozarla en el taller ya que nosotros en el camino del taller a la oficina no hemos pasado por ningún sitio en el que rozase.

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Roce en el faldón nuevo

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Roces en el faldón nuevo


También pedimos el radiador sustituido para ver los daños que tenía. Nos dijeron que el radiador se lo quedaba la compañia de seguros, así que no hemos podido verlo.

Según el documento que nos enseñaron, el importe de la peritación ha sido 1306,96 euros. 827,45 € corresponen a piezas (240 € el paragolpes, 217 € el radiador, 179 € una pieza que aparece como «Canalizador pantalla», 47 € del spoiler y 42 del plástico del paso de ruedas; el resto son otros materiales de importe menor).

Además de en este blog, la prueba puede seguirse en este artículo de km77.com y en twitter (cuenta @km77com y hashtag #cliokm77).