Volvo anunció en 2019 su primer coche eléctrico, el XC40 Recharge, una versión de la gama XC40. Hoy ha mostrado el segundo, el C40 Recharge. Pero la noticia de la presentación no ha sido el C40 Recharge. Lo relevante ha sido que Volvo ha anunciado que será un fabricante de vehículos exclusivamente eléctricos. No va a ser la única marca tradicional que sólo construirá coches eléctricos, pero ya ha puesto fecha para este plan: 2030. Recientemente, Jaguar hizo algo similar, aunque con un plazo aún más corto: 2025.

La apuesta de Volvo por fabricar coches exclusivamente eléctricos a sólo nueve años vista parece arriesgada: por mucho que cambie todo en los próximos años, en muchos lugares del mundo seguirán siendo necesarios los coches con motor de combustión, aunque sólo sea por la falta de infraestructura.

Pero Volvo juega con una ventaja que no tienen marcas como, por ejemplo, Fiat: su gama — compuesta por turismos y SUV— es de coches de precio alto, por lo que su conversión a la electrificación total no disparará los precios y sus clientes, que son de un nivel adquisitivo alto, podrán seguir adquiriéndolos. A eso, añádase que sus mercados principales (Europa, China y EE.UU) son países desarrollados, donde la implementación generalizada de infraestructuras para la recarga ya se está llevando a cabo. De hecho, uno de los argumentos con los que justifican su plan es ese: «La decisión se basa también en las expectativas de que los cambios en la legislación y una rápida expansión de las infraestructuras de recarga, accesibles y de alta calidad, aumenten la aceptación de los vehículos totalmente eléctricos por parte de los clientes».

La nota de prensa no deja lugar a ambigüedades: «… el objetivo es vender solo vehículos eléctricos puros e ir eliminando de su gama global de productos los motores de combustión, incluidos los híbridos». Henrik Green —director de Tecnología, y con un apellido muy adecuado para lo relacionado con el medioambiente— afirma que «No hay futuro a largo plazo para los motores de combustión interna».

Este no es el único anuncio relevante que ha hecho Volvo hoy, dos de marzo de 2021. También ha comunicado que sus modelos eléctricos sólo se podrán comprar online y con precios cerrados. Lo primero, por ahora, no excluye a su red de concesionarios: «siguen siendo una parte esencial de la experiencia del cliente y continuarán siendo responsables de muchos servicios importantes, como la venta, preparación, la entrega y el mantenimiento de los vehículos». Lo segundo debería convertirse en una ventaja para el consumidor, que ya no tendrá que ir en busca del mayor descuento; por fin los concesionarios dejarán de ser un bazar en el que regatear. Además se ofrecerán versiones con paquetes de equipamiento fijo para asegurar una entrega rápida.

Quizás todo lo anterior podría resumirse en Volvo se teslariza.

El XC40 Recharge y el C40 Recharge no son el único bagaje que tiene Volvo en el universo de los coches eléctricos. Volvo Cars es la propietaria de Polestar (a su vez Volvo Cars es propiedad desde 2010 de la empresa china Geely), una marca de vehículos eléctricos de lujo con otros dos modelos en la gama y que, por ahora, no se comercializa en España.