No sin problemas ha empezado la edición 2010 del Dakar. Y digo problemas porque los primeros 50 km de la especial se han tenido que recortar debido a la lluvia. La especial pasaba por un río seco que, como consecuencia de las lluvias torrenciales, ha dejado de ser seco para convertirse en una trampa de barro.
Así, fueron menos kilómetros, pero no por ello menos interesantes. Se comenzaba con una primera parte rapidísima, por una pista muy ancha, para luego, en la segunda mitad, entrar en una pista sinuosa y con muchas piedras a los lados. Un terreno en el que arriesgar significaba jugártela a dejarte una rueda.
Como era de esperar, en el kilómetro 80 hemos empezado a ver el polvo del coche que nos precedía, Gordon, en cuya estela hemos circulado los últimos compases de la especial, como jugando al trenecito. Algo que nos ha perjudicado, aunque eso también ha perjudicado a otros, pues era prácticamente imposible adelantar. Por fortuna, para esta etapa la organización había alterado el orden de salidas, ya que habitualmente los diez primeros salimos cada dos minutos y, sólo para esta ocasión, se ha hecho cada tres. Mañana vuelve a ser una etapa de pista y salimos en una excelente posición para volver a llegar adelante.
Los BMW han demostrado que no van a dejar que la carrera sea un duelo entre nosotros y nuestros compañeros de equipo. Nani Roma ha atacado mucho y se ha llevado el triunfo, algo de lo que me alegro, mientras Peterhansel está guardando sus cartas para las etapas que más le favorecen.
En cualquier caso, esto no ha hecho más que empezar y habrá que esperar a las jornadas más duras, ya que hoy se ha corrido mucho, muchísimo, y eso no debe ser la norma habitual en una carrera de resistencia.
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