Hace varias semanas me pasé varios días en una reunión internacional de la marca para la que trabajo repasando la estrategia de producto futuro.
Estas son reuniones en las que se debate el coche a lanzar en unos seis años, los segmentos que aparecen y desaparecen, las tendencias a medio y largo plazo, los avances, los motores, el diseño. Son reuniones en las que entre todos decimos los coches que queremos vender en el plazo de entre cinco y diez años. Son reuniones a las que es un privilegio asistir y que son un auténtico placer para un apasionado de los coches.
Durante uno de los talleres de trabajo, pudimos repasar las diferentes normativas legales y su impacto sobre los futuros modelos. Es un aspecto crucial que afecta desde las luces hasta las dimensiones del coche, avisadores de seguridad, emisiones, reciclabilidad, etc.
Un aspecto que suscitó gran debate, y que el público desconoce, es la Directiva Europea sobre un Sistema de Llamada Automática de Emergencia conocido como eCall.
El eCall es un dispositivo que, en caso de accidente grave, llama de forma automática al 112 (número universal de asistencia en Europa) y manda información sobre la localización del coche al servicio de socorro más cercano. Según la Comisión, es capaz de reducir los tiempos de respuesta a la mitad, y por lo tanto salvar vidas y reducir la severidad de las lesiones de personas que no pueden llamar o que no son capaces de indicar claramente dónde están tras un accidente. Esos mismos datos hablan de llegar a salvar 2.500 vidas al año en toda Europa si estuviera activo en el 100% del parque de automóviles.
Inicialmente la Directiva (sólo encuentro el enlace en inglés) pedía iniciar su introducción en 2009, pero ni operadores ni fabricantes ni autoridades están listos. La nueva normativa obligará a montarlo en todas las unidades de nuevos lanzamientos a partir de 2011. Eso supone contemplarlo desde ya en el diseño del coche.
El dispositivo (que la Comisión calcula que no debería tener un coste superior a 100€) consiste básicamente en una tarjeta SIM colocada en el coche, con un emisor que manda los datos necesarios sobre localización, hora, coche, etc. Desde el punto de vista del dispositivo (que las marcas no podemos desarrollar sin ayuda de los operadores de telefonía) existe cierta unanimidad sobre la necesidad de tenerlo vinculado a un localizador GPS. Recordemos que el protocolo tiene que ser único y universal para toda Europa.
Puede que el coste por unidad pudiera estar cerca de esos 100€ (los ingenieros nos dicen que al tener que montarse en el 100% de los coches producidos es viable bajar esa cifra significativamente), pero el adaptar los centros de socorro y los operadores de telefonía, así como los periodos de pruebas son inversiones muy importantes e imprescindibles para su éxito.
Es necesario que las Autoridades estén preparadas para recibir e interpretar esas señales, ya provenga de un coche del mismo país como de uno extranjero. Ya hay pruebas piloto en algunos países, pero los detalles de homologación y protocolo están todavía por finalizar. Por ejemplo, no está claro si esa misma tarjeta puede usarse para otros elementos de comunicación del coche o si debe destinarse exclusivamente para eCall. Algunos usos paralelos que tanto operadores de telefonía como marcas nos gustaría poder ofrecer son, por ejemplo, telepeaje o poder sustituir a los tacógrafos actuales en vehículos industriales (dos elementos que supondrían ahorros por sinergia).
Otro tema importante es la suscripción del servicio. ¿Se paga una sola vez en la compra o requiere un servicio de alta en un operador? El sentido común lleva a la primera opción (aunque sólo sea por la ausencia de trámites cuando el coche se vende como segunda mano) pero los operadores en algunos países no están por la labor.
La verdad es que me parece una medida acertada, aunque algunos colegas estaban preocupados de tener montado (recordemos que por Ley) en los coches un dispositivo que, cuando interese, también puede ser usado para controlar nuestra velocidad e incluso sancionarnos de forma automática. Otras personas dudaban que la normativa fuera compatible con leyes locales sobre la privacidad.
Por el momento son lentejas, y a nivel de marketing lo veo como una excelente oportunidad de comunicar una nueva medida de seguridad, y de ello se aprovecharán las primeras marcas con lanzamientos en 2011, hasta el punto que sospecho que en los coches ya lanzados se empezará a montar en las nuevas producciones para no quedarse detrás.
Si a alguno éste tema legal le parece complejo, pues no es nada comparado con el tema de emisiones medias por fabricante. Pero eso ocupará otro post.