Lamborghini acaba de abrir su único concesionario en España, está en Pozuelo (Madrid). Somos el país cuadragésimo quinto en tener una concesión de la marca. A la inauguración acudió Stephan Winkelmann, Presidente y Consejero delegado de la marca italiana. O alemana, porque Lamborghini es del Grupo Volkswagen. Y con él pasa como con la marca, que uno no sabe si es italiano o alemán, aunque efectivamente es alemán, pero por su aspecto yo me jugaba todo a rojo e impar. Porque no he visto nunca un alemán que pueda pasar por italiano como lo hace el señor Winkelmann.
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Para animar la presentación, Lamborghini trajo una unidad de pruebas del Aventador. Tiene 700 CV, creo que es el coche más potente que he conducid0, pero la prueba no iba a ser como las que habitualmente hacemos en km77. En esta ocasión teniamos media hora a repartir con otro periodista, por un itinerario que no era el más propicio para averiguar cómo va el coche: recorrido urbano y vías rápidas de circunvalación.
Una de las cosas que más ganas tenía de probar era la caja de cambios. El Aventador tiene una automática, pero que estructuralmente es una manual a la que se han reemplazado los accionamientos del embrague y las marchas por unos automáticos. Lo que suele llamarse una caja de cambios robotizada. La particularidad del cambio de Lamborghini, que llama ISR (de «Independent Shifting Rod»), es que los engranajes y sus  sincronizadores están concebidos de tal manera que el sistema de selección es independiente para cada marcha (las siglas ISR corresponden a «Independent Shifting Rod»). De esta forma, el cambio no ha de desengranar la 1ª y más tarde engranar la 2ª, sino que estos procesos pueden solaparse en el tiempo para hacer que el proceso de cambio sea más rápido.
La ventaja, según Lamborghini, es que esta caja de  cambios es 70 kg más ligera que una equivalente de doble embrague. Y es curioso que Audi haya reemplazado la caja robotizada que usaba en el R8 (y que funcionaba claramente peor que la del Aventador) por una de de dos embragues (S tronic). Un motivo puede ser que la transmisión ISR sea más cara de fabricar, que no lo sé. Tras probarlo me ha quedado claro que el cambio es rápido, pero no sé si más o menos que el PDK de un Porsche. Lo que sí es, y con diferencia, menos suave en los cambios, sobre todo al acelerar a fondo.
Lo que me transmitió el coche durante esos 15 minutos lo cuento aquí. Aprovecho el blog para dejar unas imágenes, un pequeño vídeo (una porquería de vídeo, pero se ven los cambios de marchas y se intuye cuánto acelera el coche) y para que puedan dejar en los comentarios sus opiniones sobre este, nada discreto, deportivo.