Hay tres nexos de unión entre Carlos Sainz y yo. El primero es el desencadenante del resto: a los dos nos gustan los coches y nos dedicamos a ello profesionalmente.
De ahí que él —como piloto— y yo —como periodista— coincidiésemos hace unos años en una presentación de Volkswagen en Túnez. Fue el restyling del primer Touareg. Volamos en martes y trece, y aquí sigo. Yo soy de esos que piensan que ójala tenga la misma “mala suerte” que ha tenido él. Recuerdo la presentación por Sainz y por el chapuzón.

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El segundo punto en común, que es el que me lleva a escribir esta entrada, es que ambos vamos a participar en los 500 km de Alcañiz, prueba que se celebra en el circuito de Motorland Aragón el próximo día 3 de diciembre.

Ya conté por aquí, hace muchos meses, que me había comprado un Hyundai Accent para participar en esa carrera. Obviamente Carlos Sainz no va a correr con un Accent, lo hará con un Seat León Copa del equipo Monlau Competición. Y más obvio todavía: corremos juntos pero no seremos rivales directos. Salvo que a él y a su equipo, corre con su hijo, les vaya muy mal.

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No todo el mundo puede contar que ha competido con Carlos Sainz y yo, por ahora, no podré contarle la batallita a mi hijo, porque dudo que con dos años y medio le importe quién es el Sainz ese. Por ahora su único interés en las carreras es que a papá le den un premio para subir él a recogerlo. Y según he escrito eso me ha venido a la mente que yo ya he adelantado a Sainz. Sucedió hace algún tiempo. Enrique Calle y servidor estábamos probando un Nissan Qashqai y un Citroën C-Crosser. Íbamos por una recta previa a una zona de curvas. A lo lejos se veía un coche que iba más rápido que nosotros porque se alejaba en el horizonte. Empezamos las curvas, lentas, de segunda. Era una carretera que ascendía por la ladera de una montaña. Poco a poco íbamos viendo a ese coche más cerca. Era un Octavia, con una pegatina naranja en la luna. Conducía mal, trazaba usando el carril contrario y no lo hacía por ir a una velocidad alta. Eso sí, lo invadía en curvas con visibilidad. Al rato le dimos alcance y Enrique, que iba delante con el Nissan, le adelantó al llegar a un tramo recto. Poco después lo hice yo con el Citroën. Al rebasarlo miré a ver quién iba conduciendo así de «mal». ¡Coño, es Carlos Sainz!. Más adelante, al llegar a un cruce, veo a Enrique parado fuera de la carretera. Paro detrás y nos decimos a la vez «¿has visto quién era?» Pues sí, he adelantado al mismísimo Carlos Sainz en un rallye. Bueno, él estaba tomando notas y yo no iba de carreras, pero eso sólo sirve para deslucir la anécdota y, por eso, no lo cuento 😀

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Sabiendo que corren Carlos Sainz y Jorge Lorenzo está asegurada la presencia en la sección de deportes de ¿algunos? telediarios. Intentaremos colar nuestro Accent en el plano 😀
Al que prefiera verlo en vivo, le recuerdo que la entrada al circuito es gratuita. Si alguien se acerca a verlo, por favor, que pase por nuestro box y se presente. Y al resto, intentaré ir contado algo aquí, en el blog, y en directo en la página de facebook del blog.
Tengo que contaros muchas cosas sobre los preparativos.  Nos queda poco más de una semana y ya tenemos casi todo encauzado. Salvo el dinero, claro. Estuvimos negociando con un posible patrocinador pero al final la historia acabó como un coitus-interruptus (justo cuando empezábamos a disfrutar…¡zaaas!). Así que seguimos buscando patrocinadores,  pero con otra estrategia: en vez de uno principal, buscamos varios que hagan aportaciones más pequeñas. De momento hemos conseguido algunos. Vamos a esperar a cerrar todas las negociaciones para darles las gracias en una misma entrada del blog. Las gracias porque, aunque sabemos que no es el mejor momento para pedir dinero, cada uno, en la medida de sus posibilidades, nos está ayudando.
Seguiré informando…