Hola, amigos y amigas,

¿Qué tal van?

Yo voy a saltarme cualquier preámbulo para explicarles que esta mañana me ajusté la mascarilla, cogí el móvil y las llaves y salí a la calle, porque hoy se celebraba en Barcelona el pase de prensa de Tenet.

Así que me armé de valor, porque no iba al cine desde el principio de la pandemia y porque lo de estar dos horas y media con la mascarilla puesta, me agobiaba bastante.

Ya, ya sé: hay cosas mucho peores. Pero para alguien que se pasa la vida yendo al cine, era un reto ir por primera vez con la maldita pandemia.

La buena noticia es que lo llevé bastante bien, hubo un momento en que me olvidé de la dichosa mascarilla. La mala noticia es que la película es una turra inhumana.

Lo siento, me gustaría ser portador de buenas nuevas, pero no las hay.

Ojo, yo no odio a Nolan. Ya lo dije en este mismo foro, pero lo voy a volver a repetir: yo no odio a Christopher Nolan.

Me gustan mucho su trilogía de Batman, Insomnia, Memento y The prestige. El resto a ratos.

Sin embargo, a veces creo que su obsesión por la complejidad (pretendida o auténtica; les dejo que lo decidan ustedes mismos) le vuelve completamente loco. Ya le pasó en Interstellar y en Origen, aunque nunca con el volumen y la intensidad de Tenet.

Yo les cuento de qué va Tenet, y daría igual que les hiciera spoilers: un tipo es reclutado para una unidad secreta que trata de impedir el fin del mundo. Lo único que sabemos es que es final va a ser peor que un holocausto nuclear.

El protagonista no tiene nombre. No lo tiene en toda la película y, la verdad, no me extraña, porque este hombre (John David Washington, creo que se llama el tipo) tiene el carisma de una magdalena. Sin embargo, su compañero de reparto Robert Pattinson, está bastante cojonudo. Cosas de la vida.

Entonces, ¿qué es Tenet?

Pues una inmensa paja mental. Ni más, ni menos.

Entre set-pieces alucinantes (una de ellas, una de las escenas más espectaculares que he visto en mi vida cinéfila), un montón de cháchara, momentos embarazosos en los que Nolan demuestra su nulo entendimiento de las relaciones humanas y un sinfín de diálogos que pretenden añadir densidad conceptual con mierdas de gentes del futuro y esto y lo otro de lo de más allá.

Algunos momentos son tan vergonzantes que me he sorprendido a mí mismo lamentándome en voz alta. Y yo no hago esas cosas.

¿Cosas buenas? La banda sonora, un par de secundarios, la escena del avión, el montaje y esa visión épica que tiene Nolan de los grandes espacios, pero también de los pequeños. Es un gran director de cine y un guionista regulero.

Encima la peli se hace eterna porque el metraje es claramente excesivo. Entre eso y la confusión que crea el propio Nolan con sus idas y venidas de señores que viven del revés, he acabado con un dolor de cabeza atroz.

Y hasta ahí mi contribución a la crítica mundial con esta narración sobre lo decepcionante que me ha resultado Tenet.

Vayan a verla (hay que ir al cine) y cásquenlo aquí.

Besos,

T.G.