Buenas amigos y amigas,

¿Cómo se encuentran? Y en esta ocasión, puedo afirmar sin temor a equivocarme que la pregunta tiene todo el sentido del mundo. Miren, yo soy autónomo y llevo toda la vida trabajando desde casa, así que ya sé cómo funciona esto. Lo bueno, es que vivo solo (con mi perro, Groucho, el chucho más pesado del mundo) y no tengo que lidiar con hijos y demás patulea. No quiero ni imaginarme lo que debe ser tener ahora que encerrarse en casa con los niños hasta que pase esta maldita tormenta, pero estoy seguro de que debe ser complicado.

No sabría decirles cómo cojones hemos llegado hasta aquí y tampoco sabría decirles cómo cojones saldremos de aquí, pero cada día me acuerdo más de aquel científico al que le preguntaron qué pasaba con el cambio climático y cómo íbamos a lidiar con él sin dañar a la economía, y todas esas preocupaciones que atañen a los que creen que en realidad al planeta no le pasa nada y que es normal que estemos a 32 grados a principios de marzo:

-‘Creo que no lo han entendido ustedes: la naturaleza no negocia’

En fin, hasta que una mutación del Covid19 nos borre del planeta, habrá que seguir trabajando. También es cierto que yo siempre aposté por un meteorito como causante de la debacle y ni en eso acerté, maldita sea.

Bueno, ya que (muchos) tienen que quedarse en casa, aquí van unas recomendaciones.

Breeders: con Martin Freeman y un montón de padres que están hasta los huevos de sus hijos. Muy divertida, bastante provocadora e ideal para ver que a veces puedes odiar aquello que amas y amar aquello que odias. Historia de nuestras vidas.

Devs: la serie del gran Alex Garland, guionista habitual de Danny Boyle, director de la acojonante Aniquilación (sí, acojonante) y de la aún más acojonante Ex machina. Explica la historia de la división secreta de una compañía tecnológica que se dedica a investigar la mecánica cuántica. Todo se complica cuando uno de los ingenieros de esa división desaparece y su pareja empieza a intentar averiguar qué demonios ha pasado. Una serie que puede suscitar dos reacciones: o la amas o la odias. Mucho de lo uno o de lo otro, sin tapujos.

Y finalmente, para esos momentos de asueto en los que les invade la nostalgia: Cuentos asombrosos, o la primera producción de Spielberg (que siempre había estado muy ligado a HBO) para HBO. Para los más cinéfilos (o los más viejos), en la primera etapa de la serie, allá por los 80, se pudieron ver auténticas maravillas. Yo recuerdo con lágrimas en los ojos el episodio del bombardero que se queda sin tren de aterrizaje al volver de una misión de combate.

¿La de ahora? Pues solo he visto dos episodios y –obviamente- no le llega al original a la suela del zapato, pero tampoco es un insulto a la inteligencia. En los tiempos que corren, eso ya es mucho. No les voy a hacer spoilers, porque si se ven a pelo incluso se disfrutan.

Y nada más, cuídense mucho todos y todas.

En serio.

Abrazos/as,

T.G.