Permitidme amigos que eche mano de la nostalgia en este post. Estos días he estado barruntando la posibilidad de hacerme con un blu-ray (multizona por supuesto, que en Amazon los títulos de este formato son mucho más baratos que aquí, donde siempre hemos sido un poco primos) y renunciar a mi viejo dvd para incorporarme al maravilloso mundo de las nuevas tecnologías (con las que siempre he tenido una pésima relación, todo sea dicho).
Eso me ha hecho pensar en mis años mozos, y especialmente la primera vez que conocí el fenómeno este del cine en casa: en el año 83 mis padres (después de aguantar la paliza del siglo por mi parte, que era un niño muy aficionado al cine y muy pesadito también) decidieron comprarse (comprarme, debería decir) un video VHS Panasonic. Acto seguido fuimos a hacernos socios del primer videoclub que hizo en mi pueblo y aquello se convirtió en mi casa. Si no recuerdo mal la primera película que vi en VHS fue “Conan el Bárbaro”…y después cayeron tropecientas más. Hasta me acuerdo de cuando salieron las primeras pelis piratas, cuando me iba al videoclub del barrio y la señora me sacaba un carpesano negro con las carátulas fotocopiadas. Que años aquellos.
El primer salto tecnológico que hice, bendita cagada aquella, fue cuando me compré un Laser-Disc (seguramente el formato más cómodo e impracticable que jamás se haya inventado) y que me permitió disfrutar de “Heat” y “Braveheart” en Dolby Digital (por aquella época, finales de los 90, ya me había agenciado un home-cinema bastante ruidoso). Hasta me compré un segundo reproductor de Laser-Disc, simplemente porque le daba la vuelta al disco automáticamente y yo no tenía que levantarme a mitad de la película…lo sé, nunca he destacado por tomar las decisiones correctas.
Finalmente me subí al primer carro del dvd y desde ahí he ido cosechando alegrías: que gran formato (a pesar de las chapuzas con los subtítulos, la maldita compresión y el abuso con los precios) y ahora me disgusta tener que pasarme al Blu-Ray, que además me obligará a comprarme una tele de esas HD. En fin, todo es demasiado complicado… debe ser la crisis.

Así que, sin más rollos os pregunto: ¿qué opináis del Blu-Ray? ¿alguien me lo recomienda, des-recomienda? ¿qué recuerdos tenéis del VHS? (¡viva el VHS, coño!) Lo reconozco, necesito vuestras opiniones con urgencia.

Hala, con esas preguntas os dejo.

T.G.