Hace tiempo que quería dedicarle un post a esas escenas con coche que no hay quien se las crea. No es un tema sencillo porque el ámbito es amplio y hay que seleccionar bien. Hacer un top ten sería pesado porque nadie leería hasta el “ten” y de eso se trata. Así que he seleccionado tres. He obviado el de Wanted porque es insuperable, el vehículo de James McAvoy poniéndose del revés para meterle un balazo a su objetivo es francamente insuperable, pero –sinceramente- yo me lo trague tal cual, sin agua ni nada.

Total, que dicho eso, me meto con mi “top three”, que no tiene nada de objetivo, y que es totalmente personal:

 

1)   Al final de A todo gas 2 (2 Fast 2 Furious en su versión original) el coche que lleva a la pareja protagonista (el que quiera saber sus nombres que busque en imdb, porque a mi no me apetece recordar sus jetas) decide que hay que rescatar a la tía buena protagonista (en realidad una agente federal infiltrada) de las garras del villano (tampoco recuerdo el nombre del malo, pero si el de la tía buena: Eva Mendes). El caso es que cogen carrerilla por una carretera y cuando avistan el barco del Capitán Garfio (es un decir) deciden ir a un punto de intersección y saltar con el coche hasta el yate. Así lo hacen, y vuelan hasta empotrarse en el yate. No se lo cree nadie. Nadie.

 

2)   En 60 segundos, cuando Nicolas Cage utiliza la rampa de un camión porta-vehículos para escapar de un atasco, perseguido por tropecientos mil coches de policía. La escena cuela al principio pero el plano de Dominic Sena –el director- con el Aston Martin DB7 con el sol iluminando la carroceria (o al menos así recuerdo el momento) me sacó de mi ignominia. No me lo creo. No me creo el despegue, y mucho menos el aterrizaje.

 

3)   La jungla de Cristal 4 es el tercer y último momento paparruchero de este post, aunque probablemente debería ocupar la primera posición: un coche de policía es utilizado como misil por John McLane para deshacerse de un…¡helicóptero!. Encima, parece que no es que le salga por casualidad sino que lo hace a propósito. Esta escena me provocó una mala leche bastante considerable ya que si por algo molan las tres primeras entregas de La jungla de cristal es porque al bueno de John le sale todo sin querer y lo único que gana son moratones, hostiones y heridas varias. Por favor, no volváis a tocar a McLane. Nunca.

 

Si no he mencionado en este post la escena más increíblemente inverosímil de la historia en la que el coche de los Blues Brothers ejecuta un mortal hacia atrás para evitar caer por una autopista a medio terminar, es porque el toque auto-paródico de la película es obvio. Y porque además me encanta esa escena.

 

Que conste.

 

¿Vuestras escenas de “¿esto? Ni de coña” cuales son? ¿La más inverosímil que habéis visto?

 

Hablad, escribid, soltadlo…

 

T.G.