Amigos y amigas,

Y aquí el último post de este terrible mes de julio, en plena ola de calor.

Todo bien, ya saben.

Hoy he visto esta cosa de la cartilla de la inmunidad que Ayuso pretende implementar en Madrid y me ha dado un desmayo. ¿La gente está de verdad así de loca? ¿Una cartilla de inmunidad? Empiezo a creer que hemos perdido la chaveta. Así, en conjunto.

En fin, no sé yo muy bien cómo va a acabar todo este asunto, pero bien me temo que no.

Hoy les vengo a hablar de una cosa que me tiene enganchadísimo y que he empezado hoy mismo a ver en Filmin (donde hay un millón y medio de cosas chulas).

Se llaman Stieg Larsson: el hombre que jugó con fuego.

No sé si ustedes/as recuerdan a Stieg Larsson. El tipo escribió tres novelas de la hostia, que vendieron millones (la trilogía Millenium) y se murió antes de poder cobrar.

Yo lo recuerdo mucho porque me leí esos libros mucho antes de que fueran best-seller (tener amigos en editoriales a veces tiene sus ventajas) y me encantaron. Me los leí en un plis-plas. Tanto, que pensé que le regalaría el primero a mi madre.

Se titulaba La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.

Pero a las 40 páginas mi madre me dijo que aquello no le gustaba.

Yo insistí, le dije que le diera 40 más, y que si por aquel entonces la cosa no había cambiado, que yo mismo iría a casa de mis padres, lo recogería y lo cambiaría por otro.

Así que esperé, y esperé.

Pero no pasó nada.

Cuando volví un día a comer a casa de mis padres, vi el segundo y el tercer volumen de la trilogía en la mesa. Le pregunté a mi madre.

-Pues te hice caso, y llegué a la página 80, y luego a la 100. Y luego ya no pude parar.

Y al día siguiente fui y me compré los otros dos.

Fue el equivalente a volver del cole con buenas notas y enseñárselas a tu madre: por unos minutos me sentí orgulloso de mí mismo. Mucho.

A lo que íbamos:

La serie documental sobre Larson habla sobre la otra gran pasión del tipo: el periodismo de investigación. Y sobre su auténtica especialidad: la ultraderecha sueca.

Así que, si les gusta el periodismo de investigación, les interesa el personaje (el escritor), y quieren saber cómo se manejan los tipos que investigan a los nazis suecos, por favor no dejen pasar la oportunidad de echarle un ojo a esta serie.

Está bien estructurada, es muy entretenida, y nos abre la puerta a un mundo que da muchísimo miedo.

Además, me temo que ahora es extremadamente relevante. Por razones obvias.

En el próximo post les hablo de La caza, que se estrena hoy en cines y que es un despiporre de película. Va de unos tipos que aparecen un día en un bosque de no-sé-dónde y se dan cuenta de que están siendo cazados.

Hay más sangre que en toda la saga de Viernes 13.

El domingo les cuento más, por aquello de no hacer spoilers.

Abrazos/as y cuídense mucho,

T.G.