Hablaba el otro día con un amigo con el que acostumbro a pegarme unas saludables risas. La conversación degeneró por culpa de la cerveza y acabamos discutiendo sobre la última vez que nos reímos con una película, pero de verdad, de dolerte el estómago y marearte.

Cuando llegue tambaleándome a casa lo anoté en un papel para darle vueltas al día siguiente: ¿cuándo fui la última vez que me reí con una película?.

De eso hace un par de días y sigo ahí, dándole vueltas a la cabeza: recuerdo haber sonreído con Arma fatal de Simon Pegg, otro tanto con Tropic Thunder (especialmente con el acento de Robert Downey Jr. en su versión original y con los bailoteos del gran Tom Cruise), algunas veces con Run, fatboy, run…sin excesos. A parte de eso no recuerdo haber soltado ninguna carcajada significativa en los últimos meses.

No me gustaron ni Supersalidos, ni Lío embarazoso (una buena película, pero en ningún caso una buena comedia) ni nada de ese “genio” llamado Judd Apatow. Las comedias berzotas americanas de hermandades, parodias y demas gilipolleces no me provocan ningún tipo de emoción.

Así que, lamentablemente, me tuve que remontar a tiempo atrás. Y allí sí encontré ejemplos de todo tipo: me partí con el humor cafre y destroyer de Borat, con el gag del perro y el de la cremallera de Algo pasa con Mary, con los zombis de Shaun of the dead (aquí titulada Zombies party-sic-), con el toque surrealista de las películas de Christopher Guest (Very Important Perros o Waiting for Gufman) y con Zoolander y su mirada de acero. Intenté tirar del hilo pero en los últimos dos años no he encontrado ni un ejemplo de carcajada salvaje (que es la más agradecida para el espectador).

Si hacemos caso de los estudios (que ya se sabe, los hay para todos los gustos y bolsillos) parece que en tiempos de crisis solo queremos comedias y películas de ciencia-ficción. Ok, la ciencia-ficción la veo por todas partes, así que me pregunto ¿y donde coño está la comedia? Porque vi hace unos días Noche en el museo 2 y aun me reí aun menos que con la primera (y mira que con la primera me reí entre poco y nada).

En cambio en la tele me he reído (y mucho) en los últimos tiempos: algunos gags de The big Bang theory son memorables, y lo mismo puedo decir de Extras, Curb your enthusiasm o 30 Rock (tres series maravillosas y con una mala leche de ordago). También me he reído mucho con los telediarios de Cuatro, la sección de deportes de la Sexta, el festival de Eurovisión, el debate sobre el estado de la nación y la entrevista exclusiva al sastre de Camps.

Pero supongo que todo eso no cuenta…

Así que, estimados amigos/as, os reenvio la pregunta que mi amiguete me hacía:

¿Cuándo fue la última vez que os reísteis en un cine? Pero a carcajada limpia, no valen risitas discretas ni sonrisas cómplices, que quede claro.

También vale hacer lo propio con la tele…igual aprendo algo (ya iría siendo hora).

Hala amiguetes/as, buen fin de semana, y procurad reíros. Ya se sabe: a grandes males, grandes remedios.

T.G.

P.D.: Os pego el mejor gag que he visto en años. De Ricky Gervais con David Bowie (interpretándose a si mismo).

Para aquellos que no dominen el idioma de la reina madre: al principio Gervais, que interpreta a un extra que finalmente consigue un papel protagonista en una serie, le explica a Bowie lo frustrado que se siente porque la serie en cuestión no es lo que él pensaba. Bowie le escucha atento y finalmente…por favor buscad la letra de la canción o pedid a alguna alma caritativa que os la traduzca. Es memorable.