El 23 de diciembre le cambiamos los neumáticos al Golf. Le pusimos neumáticos de invierno: Pirelli SnowSport. El estado de los anteriores y las impresiones de conducción de los nuevos pueden leerse en este artículo de km77.com.

Para cambiarlos llamamos a la empresa i-neumáticos.es. Por varios motivos. Primero, porque ofrecen un servicio desconocido hasta ahora en España. Y, segundo, porque sabemos que un lector y amigo de km77.com, Rubén Baquero (Rubo), trabaja con ellos. (Dar a conocer empresas o negocios de personas cercanas a nosotros es un placer.)

Los cuatro nuevos neumáticos se sacan a la calle. En la furgoneta hace falta espacio.

Sólo llegar, los cuatro nuevos neumáticos se sacan a la calle. En la furgoneta hace falta espacio.

Para realizar el pedido de los neumáticos que deseábamos, hicimos una búsqueda en su página web, llamamos para comprobar la disponibilidad, seleccionamos los neumáticos y los pagamos on line con la tarjeta de crédito.

El único inconveniente de este proceso en el que nunca queremos que nos identifiquen es que tenemos que dar el nombre de la empresa para que emitan la factura y por ese motivo cabe la posibilidad de que nos reconozcan.

Una vez que les llegaron los neumáticos (cinco días después de pedirlos en su página web), nos llamaron por teléfono para concertar la cita. En las conversaciones teléfónicas que tuvimos sospechamos que nos habían reconocido, porque eran muy amables. Yo no participé en esa parte del proceso, pero Enrique y Luis me decían: «Buff, creo que nos han reconocido porque son amabilísimos».

La cita era el día 23 de diciembre por la mañana a las 12:00, en una calle cercana a la redacción de km77.com. Fui con el coche y la cámara de fotos. Llegaron al lugar antes de lo convenido y avisaron por si nos iba bien adelantar la cita. No pude llegar mucho antes, porque estaba dando una vuelta con el coche, conduciendo bajo la lluvia que tanto me gusta, y cuando me avisaron estaba lejos.

Una calle en curva no es un lugar adecuado para sustituir una rueda
Una calle en curva no es el lugar adecuado para sustituir una rueda

La furgoneta estaba aparcada en zona verde y había un hueco grande detrás para aparcar el Golf. Lo dejé algo separado de la acera para que fuera más fácil manipular en los bajos del coche. El lugar en el que estábamos aparcados no era el más conveniente para realizar las operaciones, porque estaba en una curva. Yo tenía que haberlo dicho, pero como hago siempre en estos casos, no digo nada, para ver cómo reaccionan los proveedores, en qué se fijan y en qué no. Yo me callo y digo a todo que sí, para informar luego de la mejor forma posible. En este caso, como afectaba a la seguridad, no debería  haberme callado, si bien es cierto que yo desconocía cómo iba a realizarse el cambio de neumáticos y por tanto estaba expectante.

Triángulo de señalización

A pesar de la intensidad con la que caía la lluvia, David me saludó sonriente y empezó a trabajar con diligencia. Aventuró que debido a la lluvia el proceso tardaría más de lo habitual. Durante la primera hora de trabajo, llovió de forma desagradable y hacía frío. Le pregunté a David, que trabajaba con jersey, sobre la posibilidad de que se pusiera un impermeable. «Todavía no me lo han dado», me respondió. Un rato después volví a comentarle sobre la posibilidad de protegerse de la lluvia con alguna prenda, pero me dijo que tenía calor, que estaba sudando y que más abrigado iba a estar muy incómodo. Un día de lluvia no es el mejor para trabajar en la calle.

Trabajar en la calle, en días de lluvia, es especialmente incómodo para el operario como para el cliente
Trabajar en la calle, en días de lluvia, es especialmente incómodo para el operario y para el cliente (aunque no haga fotos)

Sin embargo, David trabajaba como si no lloviera. Se tiraba en el suelo, se agachaba lo que hubiera que agacharse, se apoyaba con las manos sobre el asfalto muy mojado junto al bordillo para colocar bien el gato y las borriquetas de seguridad.  La lluvia, aparentemente, sólo retrasó la extracción del primer neumático de la llanta. La goma mojada dificultaba la operación. Finalmente, mediante una modificación del proceso que aplicó en el resto de neumáticos, la extracción se hizo con relativa facilidad.

Neumáticos mojados

David trabaja con cuidado. Pone cariño en cada detalle y la maquinaria que emplean está bien diseñada para proteger los bajos del coche (tacos de goma en los elevadores y en las borriquetas) y también las llantas, con topes flexibles en los apoyos para no dañar. La máquina de equilibrar le dio a David algún dolor de cabeza, porque daba indicaciones contradictorias. «Equilibrar es lo que menos me gusta» llegó a decir, aunque aparentemente sea el trabajo más cómodo, más un día de lluvia, porque se realiza de pie dentro de la furgoneta.

David posó para la foto y me pidió que se la mandara.
David posó para la foto y me pidió que se la enviara

David me preguntó si preferíamos que inflaran los neumáticos con nitrógeno o con aire. El precio no varía entre uno y otro. También me preguntó a qué presión queríamos que los inflara (Después medimos nosotros y en dos neumáticos había una décima de diferencia con la presión solicitada).

El ajuste de apriete de las ruedas se realiza con llave dinamométrica y si inflan los neumáticos con nitrógeno ofrecen la posibilidad de poner tapones verdes en las válvulas.

Durante la segunda hora de trabajo la lluvia cesó y se hizo más agradable tanto para David como para mí, tras una hora bajo el agua.

Con las herramientas y el utillaje alrededor del coche cuesta irse a una cafetería
Con las herramientas y el utillaje alrededor del coche cuesta irse a una cafetería

Supongo que un cliente normal se puede ir a una cafetería o a casa mientras le cambian los neumáticos, pero a mí, aunque no hubiera tenido que quedarme por obligación para ver cómo realizaba David su trabajo, me hubiera costado irme. Un operario solo no puede estar pendiente de todo el material que está desparramado por la calle. Entre pistolas neumáticas, llantas, neumáticos, gatos elevadores, tuercas… hay mucho material del que el operario no puede estar pendiente. A mí me hubiera dado apuro dejarle solo, aunque la responsabilidad sobre todo ese material sea de ellos.

Además, trabajar en la calle, es incómodo, poco seguro y da una imagen «pobre», por mucho que la furgoneta tenga un aspecto impecable y todo el material que utilizan para el proceso sea aparentemente de primera calidad. Una vez empezado el proceso de sustitución de las ruedas me di cuenta de que no me hacía ilusión cambiar las ruedas en la calle. Aunque no hubiera llovido.Furgoneta bien equipada

Esta sensación poco confortable de estar trabajando en la calle queda compensada en parte o totalmente, por la amabilidad y buen servicio que da la empresa y en particular por el buen trabajo que realizó David. Pero si el mismo servicio y calidad de atención me lo dieran en un taller cerca de casa, no dudaría de acudir a él si el precio fuera razonable.

Hay un aspecto negativo en el servicio dispensado por i-neumáticos.com. Las ruedas que nos vendieron tienen casi dos años y medio de antigüedad desde su fecha de fabricación. Este dato no parece relevante. En las webs de Michelin y Continental recomiendan cambiar los neumáticos después de 10 años desde su fabricación, independientemente de su desgaste. Pirelli dice que se pueden vender sin problemas hasta tres años después de su fecha de fabricación. Que lo fundamental es comprobar que no tienen diferente color (¿se pueden comprobar cuando son los cuatro del mismo año?) y que tienen buen aspecto.

Con todo, a mi juicio, sería deseable que la empresa que te los vende te avisara de que son neumáticos con más de dos años de existencia. También creo que las marcas (los distribuidores o las tiendas) deberían poner diferentes precios a los neumáticos en función de su antigüedad. Si no los venden justo después de fabricarlos, deberían realizar descuentos.

Especialmente para neumáticos de invierno, que son neumáticos con periodos más cortos de uso (de diciembre a marzo en España) y que por tanto pueden ser útiles durante más años, habría que avisar de este detalle. Yo, a igualdad de precio, los prefiero nuevos. Hasta la fecha, todos los neumáticos que habíamos adquirido estaban recién fabricados.

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Una vez hubo terminado de trabajar, le pregunté a David si sabía quién le había encargado ese trabajo. Me dijo que no tenía ni idea. De la forma por la que me lo dijo, estoy convencido de que era verdad. Su entusiasmo por el trabajo bien hecho parecía natural.