Durante la presentación a la prensa del Volkswagen Passat Alltrack, todos los coches estaban equipados con varios sistemas de ayuda a la conducción. En estos videos ha grabado principalmente dos: el sistema de control de crucero activo y el sistema de ayuda para permanecer en el propio carril.

El Volkswagen Passat, entre otros coches, además de avisar de que se llega a la línea que delimita el carril, gira la dirección él solo para mantener el coche dentro del carril. Incluso soltando completamente el volante a 180 km/h, como hago en uno de estos videos grabados en autopistas alemanas, la dirección mantiene autónomamente el coche dentro del carril.

Este sistema que resulta muy útil en algunas circunstancias, puede interferir en el manejo de la dirección al trazar curvas cuando el conductor se acerca mucho a voluntariamente la línea. En algunas circunstancias, es mejor desconectarlo.

Los sistemas de control de crucero activo mejoran con el paso del tiempo. Mejoran en la detección de los coches que nos preceden y también en la suavidad de respuesta, con acelerones menos bruscos, por ejemplo. Los acelerones menos bruscos, en este caso, quizá se debieran a que cuando lo he probado con más cambios de condiciones era con un coche manual y no con uno automático. Al no poder reducir, su capacidad de aceleración está limitada.

En los tres videos que les muestro, llevo estos sistemas de ayuda conectados y también el de reconocimiento de señales que, cuando no se proyecta en el parabrisas, pierde parte de su efectividad. En el último video también se aprecia el avisador de coche situado en el ángulo muerto.

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En este primer video pruebo los dos sistemas a casi 200 kilómetros por hora. El límite superior del control de crucero activo es de 210 kilómetros por hora. A 180 km/h, la dirección actúa para mantener el coche dentro del carril, en suave oposición a mi esfuerzo por llevarlo al carril paralelo.

En el segundo video, el sistema de aviso por posible colisión me advierte de forma suave para que frene (minuto 1′ 19″). No es un aviso estridente ni por sonido ni por imagen. Yo no le hago caso y en lugar de frenar giro el volante. De hecho, yo pensaba que el coche iba a frenar y lo digo en el video. Pero no frenó y tampoco tensó los cinturones de seguridad. No me atreví a seguir probando para ver si el coche frenaba o tensaba los cinturones. Me cambié de carril. Llevaba un pasajero demasiado valioso como para arriesgar.

En el siguiente video el coche llega a conducir solo durante segundos en un lugar con tráfico abundante. Yo no muevo el volante ni toco los pedales y el coche pasa por curvas y frena y acelera de forma autónoma. El único requisito para poder hacerlo es no querer cambiar de carril.