El último día del Think Blue Championship 2012, los coches esperan a los participantes en una suerte de parque cerrado, pero abierto.

Algunos, supongo que los que tienen más opciones para la victoria, están con los motores en marcha. Calentar el motor es clave en estas pruebas. Salir con el motor frío es un consumo adicional innecesario. No se puede hacer si te sellan el depósito y cuenta todo el combustile utilizado, pero sí es necesario hacerlo cuando se utiliza el método de poner a cero los contadores.

En nuestro coche, que no va pintado con los colores de los competidores, lo tenemos todo listo y el maletero cargado.

Yo también pongo en marcha nuestro motor para que se caliente. Hace frío fuera y el motor está frío poco después de las nueve de la mañana.

En mi primer recorrido del día, de sólo siete millas, la mitad urbano y la otra mitad en autovía, el consumo es de 51,4 millas por galón, unos 4,6 litros cada cien kilómetros. No estoy seguro, pero creo que este primer recorrido no puntúa para la competición. Yo, por si acaso, me aplico 🙂

Después del corto recorrido, los participantes reciben instrucciones para el resto del día. Los organizadores anuncian la penalización a un equipo que circuló el día anterior durante unas 20 millas sin aire acondicionado y también advierte a todos de que no conduzcan más despacio del límite mínimo establecido. Los españoles reciben este aviso con satisfacción, porque el día anterior se habían quejado de que algunos equipos de otros países iban muy despacio.

Como el día anterior, durante el transcurso de la etapa había que realizar actividades complementarias que daban puntos, útiles en caso de empate. En esta ocasión, se trata de diseñar una factoría eficiente y baja en emisiones y residuos.

Cuando reemprendemos la marcha, buscamos de nuevo una buena rueda porque no tenemos más medios para guiarnos que seguir a algún otro coche Think Blue.

Mido el consumo durante las 153 millas por autovía. Me da de 4,8 litros cada 100 kilómetros a una velocidad media de 61 mph, 98 km/h. Conduzco todo el rato con mucho cuidado, pero en autovía las diferencias entre unos y otros difícilmente serán grandes…

Antes de llegar a nuestro destino perdemos al coche de referencia (va más rápido de lo que es imprescindible ir) y subimos y bajamos por una montaña con una carretera enrevesadísima. Son unos 40 kilómetros complicadísimos, que hacemos muy muy despacio. Como no sabía dónde nos metíamos no puse el contador a cero. Casi una hora para recorrer esa distancia. Una subida muy empinada con curvas de primera nos llevo hasta los 47 millas por galón. Durante la bajada recuperamos buena parte de ese consumo perdido.

 

Al terminar este recorrido la prueba ha finalizado. No tengo información de los otros participantes. Sé que la jornada no era propicia para remontar, por lo que la clasificación de los españoles no estará entre los mejores puestos, pero todavía quedan varias horas para el resultado.