Ayer les contaba las peripecias y visicitudes vividas durante la primera vez que me he encontrado con la necesidad de cargar un coche eléctrico. Hasta la fecha, siempre me habían dado los coches eléctricos cargados y los había utilizado durante un recorrido de menos de cien kilómetros.

La primera vez que he tenido un coche eléctrico bajo mi responsabilidad durante más de un día, la principal sorpresa que me he llevado es la dificultad de realizar una carga sencilla y cómoda para el propietario. Esperaba que la carga fuera lenta, pero no extremadamente lentísima. Como dice Fernando M en un comentario muy valioso en la entrada anterior, estamos en la Edad de Piedra de las recargas.

Estos sistemas cambiarán y ese día quizá podamos pensar en el coche eléctrico como alternativa a un coche de combustible fósil. Hasta este fin de semana, yo tenía la idea de que los coches eléctricos no eran viables para particulares. Después de este fin de semana, tengo dudas de que sean viables incluso para empresas que no estén directamente relacionadas con el sector de la electricidad o de las infraestructuras. El ritmo de carga en los postes actuales, los que he encontrado en la calle, los postes a los que tiene acceso un particular, es ridículo.

Hace falta un poste de recarga por coche eléctrico, porque cargan tan despacio que no pueden compartirse. Y, además, a este ritmo de carga, los postes no sirven para aprovechar horas valle de la tarifa eléctrica, porque se tarda mucho más.

(No tengo información minuciosa de las previsibles capacidades de carga de los coches ni de las infraestructuras. Es un fallo mío. Debería tener confirmado que es como dice Fernando M en su comentario que va a ser, pero reconozco mi falta de reflejos y de conocimientos del sector eléctrico y de infraestructuras para estar informado. Me informaré y se lo contaré con detalle. Lo que cuento ahora es la realidad actual con las posibilidades que yo he encontrado como usuario privado.)

En mi opinión, cualquier recarga con una potencia de menos de 5 kW resulta de imposible utilidad para un particular.  Es difícil de asumir la obligación de tener que esperar una hora de recarga para circular 20 kilómetros o menos.

Para conocer la potencia de recarga de un poste de suministro, es necesario conocer la diferencia de potencial (voltaje) al que sirve la electricidad y los amperios que es capaz de suministrar. En el caso de mi recarga, con el Leaf, el cálculo es muy sencillo:

Potencia = Voltaje x intensidad

Potencia = 220 V x 10 A = 2200 watios = 2,2 kW.

Sería muy útil que en los postes de carga se anunciaran estos datos, voltaje e intensidad.

(En las instrucciones de carga del Leaf especificaba que ese tenía que ser el voltaje y la intensidad máxima, como detallaba en el artículo mencionado arriba)

Como la batería del Leaf tiene una capacidad de 24 kWh, son necesarias 11 horas aproximadamente para que se recargue completamente, desde vacío hasta lleno. Comprobé que fuera así. La realidad es que son casi 12 horas, aunque el coche anuncia que necesita 15.

Una vez que tenemos la batería cargada al 100%, la autonomía total depende mucho de cómo se conduzca y de por dónde.

Con la información que obtuve en las dos mediciones que pude realizar (sólo dos debido a que hacen falta 12 horas para la carga y se me terminó el tiempo) la autonomía se debe situar entre un mínimo de 80 kilómetros, en días de frío, por carretera, con el coche cargado, a una velocidad de crucero de 120 kilómetros por hora (conduciendo de forma suave en autovía, sin adelantamientos) y en un máximo de 150 kilómetros en recorridos por ciudad llana, con una persona sola en el coche, con el climatizador apagado y el modo ECO activado y conduciendo con voluntad de ahorrar.

Yo realicé dos pruebas. Una con una conducción destinada a conseguir una autonomía larga, con la mitad del recorrido por ciudad y otra a simular una conducción lenta por carretera, con sólo diez kilómetros por ciudad, los imprescindibles para llegar a la carretera.

Les resumo los resultados. En los próximos días les daré más detalles y les pondré videos. Hay varios aspectos que me parecen interesantes.

El recorrido de bajo consumo (con la mitad del recorrido realizado en la ciudad, a una media de alrededor de 25 km/h, en un Madrid sin tráfico y la otra mitad en carretera, a velocidad de crucero entre 90 y 100 kilómetros por hora) empieza con la batería cargada a tope. El coche anuncia una autonomía de 154 kilómetros.

Nissan Leaf. Bateria llena.

A mitad de la autonomía prevista por el sistema del coche, el tiempo de recarga que prevé es de siete horas y media. A pesar de ir en ECO y de conducir con suavidad, la suma entre los kilómetros recorridos (63,1) y la autonomía restante ya se sitúa un 20% por debajo de la autonomía inicialmente prevista. Durante unos 25 kilómetros hemos ido dos personas, por carretera. En el resto del recorrido voy yo siempre solo en el coche.

Nissan Leaf. Autonomía 77 kilometros

Cuando el medidor de la carga de la batería se pone a cero (pasa de golpe de anunciar seis kilómetros de autonomía a cero, con el consiguiente susto) llevo 134 kilómetros recorridos. Fíjense que el consumo es muy bajo. Según el impreciso indicador de consumo del Leaf el consumo es de 0,1 kWh por cada kilómetro. Es una medición muy imprecisa, pero ese 0,1 refleja una conducción eficiente en todo el recorrido.

Aun así, no hay que fiarse del dato, porque es incierto. Si el dato del ordenador correspondiera con la realidad, tendría que haber recorrido por lo menos 240 kilómetros, porque la capacidad de la batería del Leaf es de 24 kWh. Como la autonomía no supera los 135 kilómetros, mi consumo real tiene que situarse en torno a 0,17 kWh/km o 16,6 kWh/100 (si la capacidad útil de la batería y los kilómetros recorridos fueran exactos)

Con este consumo real, tendría que aparecer un 0,2 en la instrumentación del Leaf.

Nissan Leaf. Autonomia 135 kilometros

Como ha pasado de seis kilómetros de autonomía a cero sin previo aviso, todavía estoy lejos del punto de recarga. Espero que esos seis kilómetros que anunciaba antes sean ciertos. Sigo conduciendo con mucha atención para consumir poco y llego hasta la puerta del aparcamiento. A partir de aquí todo es bajada. Estoy a salvo. Fíjense cuántos arbolitos por ser un conductor ahorrador he ganado.

Nissan Leaf. Modo ECO.

He empezado a las siete de la tarde. He tardado casi seis horas para recorrer 140 kilómetros. Conducir por ciudad implica unas velocidades muy bajas que le benefician mucho a los eléctricos. Después de esta prueba me doy cuenta de que los eléctricos consumen menos por ciudad que por carretera, a diferencia de todos los coches que conocemos hasta ahora. Otro dato importante que ampliaré en otros artículos.

Los seis kilómetros que anunciaba antes de ponerse a cero debían ser reales. Supongo que se pone a cero cuando le correspondería marcar 5 kilómetros. He recorrido casi cuatro. No arriesgo ni un minuto más, que el Leaf es un coche complicado de remolcar. Llego al garaje. El Leaf advierte de que necesita 15 horas para cargar la batería al 100%. La realidad es diferente. Sólo va a necesitar 12 horas, un 20 por ciento menos.

Nissan Leaf. Recarga, 15 horas

Después de estas doce horas, iré a dar otra vuelta con el Leaf. Por carretera, a una velocidad de crucero de 100 km/h y con el climatizador puesto y sin la posición ECO. La autonomía en este recorrido será de 115 kilómetros, un 20% menos que en el anterior, con una velocidad media inferior a 70 km/h.

Nissan Leaf. Autonomía, 115 kilometros

En un día de mucho frío, por autovía con pendientes, con cuatro personas dentro del coche y a un crucero de 120 km/h, me parece posible que la autonomía sea de alrededor de 90 kilómetros.

Existe otro dato a tener en cuenta y es la precisión del cuentakilómetros y del velocímetro. Debido a la escasa posibilidad de hacer kilómetros con el Leaf, no he podido medir los errores. Al final, he podido hacer poco más de 250 kilómetros en un fin de semana en el que he estado pendiente del coche a todas horas. Lo necesitaría más tiempo para realizar nuestras mediciones habituales y poder llevarlo a los lugares a los que llevamos habitualmente los coches. Pero con el Leaf no puede ser. No tiene autonomía suficiente para ir y volver.