Durante mis años de conductor, siempre he tenido mala conciencia cuando me he equivocado. Todavía me duele, 25 años después, cuando me equivoqué en una carrera. Era el más rápido en la pista, marqué la vuelta rápida, no me costaba nada ir más rápido que los demás. Tenía el coche perfectamente a punto y cuando iba más rápido la sensación era de ir despacio. Frenar en el sitio, entrar con suavidad en la curva. Todo era fácil para hacerlo bien.

Pero salí mal, adelanté mal y, al final, por culpa de otro piloto al que descalificaron, di siete vueltas de campana. El accidente fue por culpa del otro piloto, pero yo lo podía haber evitado si hubiera utilizado la cabeza en lugar de los pies en aquella carrera en la que casi todo lo hice mal, salvo conducir. Rompí el coche, la temporada y todas mis ilusiones de seguir corriendo. Todo mi sueldo lo destinaba a correr carreras. Con aquel error, se me acabó la posibilidad de seguir compitiendo.

Ahora, 25 años después, todavía me duele aquella carrera, no hace falta que sea un error tan brutal. Siempre que me equivoco, me duele. Me molesta mucho hacer las cosas mal cuando era posible hacerlas mejor. A veces me molesta durante horas, otras durante días y en ocasiones durante años.

Pienso en la mala conciencia cuando conduzco un coche que se equivoca. Por ejemplo, cuando un sistema de ayuda para permanecer en el carril no detecta la línea y se sale sin avisar. O cuando un sistema de control activo de velocidad de crucero tiene que frenar y no frena.

Siempre pienso: «Este cabrón de coche, ¿Tendrá mala conciencia? ¿Habrá algún algo (lo que sea) que se fustigue cuando note que el conductor ha frenado cuando era él quien tenía que frenar?»

¿Ni siquiera un poco?

Yo siempre espero una mueca de disgusto cuando el coche se equivoca. Pero, ¿Cómo la noto?

¿Le daría vueltas sin querer Deep Blue a las partidas que perdía con Kasparov en las horas de descanso? ¿Estaría contento, feliz y un poco ufano cuando las ganaba?

Son máquinas, sí. Pero piensan rápido y bien. ¿Por qué no les jode cuando se equivocan? O, mejor, ¿por qué nos jode a nosotros?