Me he reservado la primera entrada de 2009 para hablar de km77.com.

Este año se cumplen diez años desde que registré el dominio y desde que publicamos los primeros artículos, a finales de 1999.

Los cinco primeros años fueron durísimos, con mucha audiencia y prácticamente sin ingresos.

Algunos lectores de km77.com contribuyeron a que esta empresa consiguiera mantenerse en pie. Varios de ellos arriesgaron su dinero para acudir a una ampliación de capital, con una confianza absoluta en lo que yo les contaba, sin pedir ni un documento. Confiaron en mí, aceptaron desembolsar la cantidad que yo les pedía, la valoración de la empresa y confiaron en las expectativas de futuro.

Yo siempre supe, sin decírselo a nadie, que si la empresa fracasaba, haría todo lo posible por devolver el dinero con los intereses. No lo dije nunca. Sólo lo sabía yo, porque no sé si hubiera sido capaz. Este grupo de lectores-socios, que son mis socios y ahora muchos de ellos amigos, hicieron posible que la empresa no se hundiera, que fuéramos capaces de pagar las nóminas en meses sin recursos. Hoy les doy las gracias en nombre de todo el equipo que trabajamos en km77.com. Muy posiblemente sin ellos (sin vosotros) hoy no podríamos leer estas líneas.

No pongo sus nombres porque estoy en Bulgaria, improvisando una vez más, y no les he pedido autorización.

En este grupo de apoyos financieros, hay una persona especial para mí, que me ha prestado mucho dinero y me ha regalado apoyo durante estos años. Incluso me dejó su casa para vivir, cuando yo no tenía dinero ni para pagar casa. Sin nada a cambio. Gracias.

Con todo, el grupo más especial para mí, con referencia a km77.com, es el de las personas que trabajamos en esta empresa.

Trabajamos mucho, con sueldos modestos, con entusiasmo desbordado, con ambiente excelente, con mucha libertad y con mucha responsabilidad. Todas las personas que hemos trabajado en km77.com (ahora y antes) somos los artífices de que esto haya salido adelante.

No hay más mérito de uno que de otro en el resultado final. Uno puede aportar más conocimiento y otro más simpatía. Todo vale para que el equipo funcione mejor. El empeño de todos por sacarlo adelante durante los años difíciles y la capacidad para entender que este es un proyecto a largo plazo nos ha permitido llegar a donde estamos.

No querría dar las gracias al equipo de forma especial, como si yo tuviera más motivos de dárselas que ellos a mí, porque soy parte del equipo. Las gracias nos las damos todos a todos cada día, en la forma de trabajar, con el buen ambiente, con el esfuerzo por hacerlo mejor.

Sin embargo, en este capítulo de agradecimientos, previo a la historia de km77.com (que iré relatando por aquí como mejor sepa), quiero que quede claro que los únicos artífices de que km77.com haya llegado hasta aquí son las personas que han trabajado y trabajan en esta empresa. El capital es relativamente fácil de conseguir (No para mí, pero eso es una carencia mía. Ya lo iré contando). En cambio, es dificilísimo encontrar a personas con este grado de compromiso y empeño para sacar una empresa a delante. Gracias a todos (me incluyo).