Cuando yo era pequeño, que lo fui, Franco vino a mi ciudad. Todos los balcones estaban engalanados con banderas españolas. Apareció por arriba de la calle en un Rolls descapotable (creo), escoltado por motos en formación en cuña. Ocupaban todo el ancho de la calle. Franco de pie en el coche y saludando. Iban muy despacio.

Franco llegó a la plaza Imperial Tarraco y desde allí se dirigió a toda la ciudad. Su voz se oyó desde mi balcón. Supongo que había altavoces en toda la ciudad. Creo recordar que la calle estaba vacía, pero me cuesta de creer. Le oí decir:

«Tarraconenses todos, en esta ciudad tan bella… »

No me acuerdo de más. La primera frase se me quedó grabada.

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Hace poco más de un mes llegaba yo a Huesca a las dos de la madrugada. Iba en un Audi A8. La autopista estaba desierta. A unos 30 kilómetros de la ciudad vi muchas luces a lo lejos en la autovía. Reduje la velocidad, la reduje más, y más y más y la reduje más. La reduje hasta ponerme a 30 por hora en la autovía.

Dos coches de la Guadia Civil circulaban en paralelo, me escoltaban, cada uno en un carril. No se veía nada por delante de ellos. La autovía estaba vacía. Tampoco nada por detrás. Ellos y yo, a 30 kilómetros por hora, con dos carriles por banda. Me pegué mucho, por si no me habían visto. Me separé, por si los molestaba que fuera tan cerca. Me llevaron a 30 por hora unos 15 minutos. Siete kilómetros. Decidí grabar en video lo que sucedía. Les pongo sólo 30 segundos de video. Verán que se hace largo. Multiplíquenlo por dos y luego por 15. Todo ese rato estuve detrás de ellos a esa velocidad. Escoltado a todo lo ancho. No tenía micrófono ni altavoces. Si los llego a tener, anuncio mi llegada a Huesca. «Oscenses todos, en esta ciudad tan oscura…»

Inopinadamente (me lo pareció desde mi coche), cuando ya estaba convencido de que mi iban a llevar a esa velocidad todo el rato hasta Huesca, una hora más de camino, aceleraron, uno se puso delante del otro y los adelanté.

Fue un honor que me escoltaran. Lástima de la hora. Seguro que algún motivo había (espero). Yo no me enteré.