Los portavoces de SEAT nos mienten. Dicen cosas que no puede creérselas nadie que conozca mínimamente esta industria. Han dicho que el problema para la comercialización del Ateca de 150 CV de tracción delantera era que no había suficiente producción de motores 2.0 TDI de 150 caballos de potencia para abastecer la demanda. No puedo demostrar que eso sea mentira, pero no tengo duda de que lo es. El Grupo Volkswagen produce varios millones de unidades de este tipo de motor, de bloques con esta cilindrada, de culatas para esta potencia. Varios millones en el mundo. (No he conseguido la cifra , pero en un cálculo grosero, el volumen puede rondar los dos* millones de unidades anuales, no todas con esta potencia, pero eso es poco relevante. Basta hacer una búsqueda en la lista de precios de km77.com para darse cuenta de la cantidad ingente de modelos y versiones que utilizan este motor).

SEAT vende el motor de 150 CV en el SEAT León de tracción delantera, que es más barato que el Ateca. Si hubiera falta de producción, lo aconsejable sería llevar los motores a la fábrica del Ateca y vender más Ateca y menos León, que genera menor facturación y valor añadido.

En las previsiones de SEAT tuvieron que calcular una fuerte demanda para el Ateca con motor TDI de 150 CV y tracción delantera, debido a que lo anunciaron con un precio competitivo gracias, entre otras cosas, a que lo anunciaban con menos de 120 gr/km de emisiones de CO2 (sin impuesto de matriculación) y sin catalizador de reducción de óxidos de nitrógeno (NOx) y sin depósito de AdBlue.

Detener la comercialización de una coche ya anunciado, incluido en la lista de precios definitiva y con todo su equipamiento, es uno de los mayores fiascos de la industria del automóvil durante el lanzamiento de un modelo. Debido al volumen de ventas relativamente pequeño del SEAT Ateca dentro del Grupo Volkswagen y debido a que las previsiones de ventas forzosamente tenían que ser elevadas, es increíble que puedan aducir que el motivo es la falta de motores. Las oscilaciones del mercado global entre un mes y otro, en las ventas del Grupo Volkswagen, son muy superiores al número de unidades adicionales de este motor que supondría esta versión del Ateca.

Como no me creía sus explicaciones, publiqué esta entrada y llamé al director de comunicación de producto de SEAT el viernes 9 de septiembre para que me diera buena información. Ayer, 11 días después, me devolvió la llamada. Esta fue nuestra conversación. En esta conversación, después de una rellamada mía, me enteré de que el coche no está homologado. Y, si no está homologado, no existe ninguna posibilidad de que se venda, porque es ilegal hacerlo. Por muchos motores que hubiera.

Lo que viene a continuación es largo, pero lo escribo para quien le pueda interesar conocer los detalles. (Las cursivas entre paréntesis son comentarios míos para que se comprenda mejor la intención de mis preguntas o cualquier otro aspecto de la conversación).

Martes 20 de septiembre de 2016. 10:07 horas

Suena mi móvil. En la pantalla veo el nombre de Fernando Salvador, director de comunicación de producto de SEAT. Yo le había llamado el viernes 9 de septiembre a mediodía, no me había contestado ni devuelto la llamada. Hasta ahora mismo.

—Hombre Fernando, buenos días.

Te llamo para devolverte tu llamada, que me llamaste en mitad de todo el lío (del Ateca) y en ese momento no te podía contestar y luego se me olvidó. Esta mañana me he acordado de casualidad y te llamo.

—No te preocupes. Te llamaba entonces para saber qué ocurría con el Ateca. Hablé con Pablo (jefe de prensa) y me dijo que ibais a sacar un comunicado (para informar de los detalles). Me quedé esperando el comunicado que finalmente no ha salido, ¿no?

No, no ha salido. Por cierto, que publicasteis en “20minutos” que os dijimos que íbamos a publicar un comunicado y estas cosas no se publican. Estas cosas se quedan entre el periodista y la persona de comunicación.

—¿Ah sí? ¿Y por qué no se publican? Si tú me dices que saldrá un comunicado yo le informo a mis lectores de que habrá un comunicado y que cuando salga les daré mejor información. A mí me parece necesario decirlo. ¿Por qué no ha salido?

Lo teníamos preparado, pero al final como ya lo hemos comunicado por redes y le hemos dado una solución a nuestros clientes no lo hemos sacado porque no hacía falta.

—A mí sí me hace falta, porque en las redes (Facebook y Tweeter) habéis dicho dos cosas diferentes y no sé cuál es la cierta. No sé cuál es la verdad.

La verdad es que al final de nuestras pruebas de larga duración, la versión TDI de 150 CV de tracción delantera del SEAT Ateca no daba las prestaciones que nosotros queremos para nuestros clientes y por ese motivo hemos decidido no comercializarlo.

—Pero prestaciones hay muchas (aceleración, frenada, consumo, emisiones, comodidad, vibraciones, nivel de ruidos…). ¿En qué prestaciones en concreto se ha quedado fuera de vuestros objetivos?

Eso no te lo voy a decir. No sigas por ahí porque pinchas en hueso.

—Yo no pincho en ningún sitio. Sólo pregunto.

Pues lo que te puedo decir es que las prestaciones no eran las que nosotros considerábamos adecuadas.

—¿Y cómo es posible que ese motor en la versión de tracción delantera no cumpla con vuestros objetivos y en la versión de cuatro ruedas motrices (que sí lleva dispositivo para reducir las emisiones de NOx) sí cumpla?

Porque es otra plataforma, otro grupo motopropulsor y las especificaciones del motor son diferentes.

—¿Es otra plataforma?

Es otro grupo motopropulsor.

—Entendido. Pero esto que me dices ahora no tiene nada que ver con que haya un exceso de demanda del motor TDI de 150 CV, como me asegurasteis el viernes 9.

Los dos motivos son ciertos. Necesitamos un tiempo para resolver el problema de las prestaciones y durante ese tiempo no queremos que se nos acumule la demanda.

—Está claro, pero no conozco que nunca antes haya ocurrido esto, que una marca que haya publicado la lista de precios completa, con las versiones y el equipamiento correspondiente, suspenda la venta de ese modelo antes siquiera de empezar a venderlo.

Ya. A nosotros tampoco nos había pasado nunca.

—Pero esta vez sí ha pasado y por eso quiero conocer las causas. Y por eso digo que el problema no puede ser de falta de suministro de ese motor por exceso de demanda, porque la alternativa que habéis dado a vuestros clientes es exactamente con ese mismo motor, un TDI de 150 CV.

Sí, pero son de diferentes fábricas y este lleva AdBlue. De este no hay exceso de demanda.

—Pero la base es la misma y los complementos y el software no pueden ser un problema determinante. Si tuvierais problemas de suministro de ese tipo de motor, no podríais entregar otros modelos con el mismo motor. Por otro lado, de hecho, si tuvierais problemas de suministro, lo aconsejable sería dejar de vender los SEAT Leon 150 CV TDI (tracción delantera y sin AdBlue) y utilizar los motores en los SEAT Ateca 150 CV TDI, que son más caros y por tanto aportan mayores ingresos para SEAT.

No es tan fácil. No somos tontos. Si eso fuera tan fácil ya lo habríamos hecho.

—Yo no digo que seáis tontos. Lo que te digo es que yo tampoco me siento tan tonto como para creerme lo que contáis. Primero decís en redes sociales que “SEAT está realizando los test habituales que se hacen de forma rutinaria para completar el proceso de homologación”. Posteriormente decís que no, que es un problema de suministro de motores y que lo que habíais dicho en las redes sociales se debe a “un cruce de consultas”. (¿Un cruce de consultas? ¿Qué consultas se han cruzado?) Ahora me dices que la falta de entrega se debe a que las pruebas de larga duración no han dado los resultados de prestaciones que cumplan con vuestros objetivos. (Eso también es imposible de creer que lo hayan descubierto ahora. Las primeras conclusiones de las pruebas de larga duración se tienen aproximadamente un año antes de la fecha de comercialización del coche. Hace un año por lo menos que deben de tener dudas sobre estas prestaciones. La retirada de una versión de tanto volumen es una pifia muy grande como para percatarse en el último momento que “no da las prestaciones que nosotros queremos para nuestros clientes”.)

Javier, lo importante es que ya hemos dado una solución a nuestros clientes…

Le interrumpo.

—Fernando, lo importante para mí y lo que tengo que contar lo decido yo. Soy periodista y lo importante para mí y lo que yo quiero contar a mis lectores y a tus clientes es la verdad. Habéis dado una alternativa a vuestros clientes, pero quiero conocer las causas, saber qué ha ocurrido. Quiero saber la verdad.

Pues la verdad es que en las pruebas de larga duración hemos descubierto (en el último minuto) que el coche no cumple con las prestaciones que nosotros queremos para nuestros clientes.

No sigo insistiendo y nos despedimos.

Martes 20 de septiembre de 2016. 16:34 horas (Seis horas después de la llamada anterior)

Fernando Salvador me devuelve la llamada que le había hecho yo unos minutos antes.

—Hola Fernando. Gracias por devolverme la llamada tan pronto.

Eso es lo habitual. Lo que suelo hacer.

—Gracias de todas formas. Una pregunta de respuesta sí o no.

Dime.

—¿El coche está homologado?

—(Vacilación casi imperceptible) No.

—Daba por hecho que el coche sí estaba homologado, porque en la presentación teníais unidades matriculadas del 150 TDI con tracción delantera.

Sí, porque como fabricantes lo podemos matricular.

—De acuerdo, muchas gracias. Un abrazo.

Por fin conozco un motivo incontestable. El SEAT Ateca TDI tracción delantera no está homologado, un requisito legal obligatorio antes de tener autorización para matricular un coche. Aunque lo anunciaron y lo incluyeron en la lista de precios, el coche no está homologado. Y si no está homologado no puede venderse, aunque hubiera miles de motores de sobra que hiciera descarrilar la cadena de producción y aunque cumpliera con todas las prestaciones que “SEAT quiere para sus clientes”.

Las causas por las que no está homologado las desconozco. Las cábalas las publicaré mañana en otra entrada del blog.

La falta de claridad y las explicaciones peregrinas en el Grupo Volkswagen, al que pertenece SEAT, no son nuevas. Hace un año saltó el escándalo de las emisiones en Estados Unidos y en estas fechas, un año después, todavía no conocemos lo que ocurrió.

En el Ateca hubiera sido fácil empezar por decir que el coche no está homologado. Las causas por las que no está homologado no me las van a decir (“pinchas en hueso”) pero al menos sabríamos un motivo sólido e incontestable. También sabríamos a qué tipo de prestaciones se refiere, las que están sometidas a examen en la homologación: emisiones contaminantes.

No pretendo que las marcas cuenten lo que no quieren que sus clientes sepan. Ese trabajo de descubrir los secretos tenemos que hacerlo los periodistas. Claro que hay una diferencia entre no conocer la verdad y que te cuenten milongas.

* * *

DOS AVISOS

1.- Trabajé en SEAT durante seis meses como jefe de prensa a finales del siglo pasado. Dejé el puesto por voluntad propia. Desde el día siguiente a dejar la empresa, no tengo ningún interés particular ni a favor ni en contra de SEAT.

2.- La calidad de la información suministrada por SEAT y por Volkswagen nada tiene que ver con la calidad de sus productos, que a mi juicio es alta. Alguien puede dejar de comprar coches de estas marcas al sentirse engañado o perjudicado por las presuntas mentiras o desinformaciones que hemos conocido, pero hago constar que a mi juicio su calidad es buena y para muchos compradores pueden ser unas de las mejores opciones de compra en términos puros de producto. No tengo capacidad para analizar servicio preventa, posventa y otros condicionantes.

*Cifra cambiada gracias al comentario número 12, de Slayer