Voy a aprender mucho a probar coches con este experimento, porque me da la impresión de que voy a saber distinguir mejor las diferentes necesidades y deseos de las personas que compran coches.

Por ejemplo, para mí es muy difícil saber cuánto pesa la parte emocional, la que no tiene nada que ver con los números, con el espacio, con la técnica. Slayer tenía razón, Mercedes prefiere el Audi Q3 y ni siquiera tiene ganas de probar otros coches. Ambrosio no lo tiene tan claro. Quizá me equivoco, pero intuyo que a los dos les hace ilusión que sea un Audi, aunque no fuera el que tiene mejor relación calidad – precio y aunque no fuera el que mejor se adapte a sus necesidades físicas. La marca y que el coche sea una «monada», como me decía una amiga, pesan mucho. Yo, eso, no lo sé cuantificar.

Mercedes me decía. «A mí me habló del Q3 David, mi hijo, y claro yo me fío de mis hijos». David, que es mi amigo, un pedazo de amigo, un tío con el que daría la vuelta al mundo a pie, no tiene ni idea de coches. Pero David, que conoce a su madre, vio las fotos del Q3 en km77.com y se lo recomendó. Hizo bien, porque acertó y a ella le encanta el coche.

Nosotros en km77.com nos esforzamos por probar los coches, por encontrar las cosas buenas y las cosas malas para cada tipo de necesidad, por ponernos en la mente del futuro propietario, pero luego llega un hijo, piensa en su madre, le recomienda el coche y qué más da que el hijo no tenga ni idea de qué otros coches hay en el mercado, de si el maletero es grande o pequeño y de si el motor vibra mucho o no. Se lo recomienda a su madre y una madre, como me decía Mercedes, «se fía de sus hijos».

Las campañas de marketing lo tienen difícil. ¿Por qué se vende un coche y no otro, por qué se puede pedir un 15% más por una marca que por otra, por qué un hijo se fija en uno y no en otro? A saber.

Cuando íbamos por la carretera y les hablaba a Mercedes y a Ambrosio de otros coches, como un Nissan Qashqai o un Hyundai Tucson, me pregunta Mercedes: «¿Y esos coches cómo son de chapa? Porque el Audi, de chapa, es muy bueno.»

Le tuve que preguntar a qué se refería. Yo no sabía si era por la corrosión. Mercedes se refería a cuestiones de seguridad en caso de accidente. No le preocupa si el coche frena bien o no, que me parece más importante para la seguridad, sino si en caso de accidente la estructura del coche (la chapa) protege bien a los pasajeros.

¿Tenemos nosotros elementos de juicio para saber si un coche es más o menos seguro en caso de accidente? ¿Puedo yo recomendar uno u otro coche sin haber medido nada con relación a eso? ¿Podemos fiarnos en algo de las estrellas EuroNCAP? ¿Tienen que afectar en algo las estrellas a nuestras recomendaciones?  ¿Sirve de algo que yo explique que es mucho más importante llevar bien puesto el cinturón de seguridad y el reposacabezas que los factores intrínsecos del coche?

Mercedes sabe que los Audi tienen buena chapa porque se lo ha dicho otro de sus hijos, que tampoco sabe nada de coches. Ese otro hijo, también amigo mío, me dijo que quería que el coche para sus padres fuera de cuatro ruedas motrices «porque son más seguros». ¿Sirve de algo rebatir las afirmaciones de un hijo?

Aparte de estos aprendizajes, que me parecen utilísimos para mejorar en mi trabajo, también he aprendido detalles concretos sobre las necesidades de AyM.

  • Que la altura al suelo sea mayor que la de un turismo es una necesidad real, porque cuando AyM van a su lugar de origen, Ricote, a veces se meten por caminos. «No necesito un todoterreno, no soy cazador ni lo seré —me decía Ambrosio— pero sí vamos por caminos». No son caminos difíciles, pero con el Audi A4 Avant a veces han golpeado en el suelo y aunque nunca se ha roto nada, esos golpes generan intranquilidad.
  • El Audi Q3 marca el límite inferior de longitud. Yo había pensado en la posibilidad de ofrecerles un coche más pequeño, para aparcarlo mejor y para que costara menos dinero, pero no lo ven viable. Su plaza de garaje es enorme y, aunque la entrada a su garaje es intrincada, tienen dominadas las maniobras con el A4 Avant, que mide 4,55 metros.
  • El incremento de tamaño debe influir preferentemente en obtener un maletero de mayor volumen. El espacio de las plazas traseras no es tan relevante como el del maletero. En los pueblos se carga siempre el maletero con cosas ricas.
  • La potencia del motor no tiene por qué ser elevada. Aunque vengan de conducir un coche de 180 CV mi sensación, al ver conducir a Ambrosio, es que nunca habrá utilizado mucho más de un 75% de la potencia. Una potencia entre 120 y 150 caballos es suficiente.
  • Prefieren no llevar rueda de repuesto. Ambrosio no va a cambiar nunca una rueda y prefiere un sistema que le permita continuar la marcha sin necesidad de esperar a que el servicio de asistencia llegue para cambiarle la rueda.
  • La altura del asiento para subir y bajar del coche también es importante, como ya me habían avisado. AyM no tienen problemas todavía para entrar y salir de cualquier coche, pero un coche que se adapte mejor a su estatura, que no les obligue ni a agacharse ni a trepar les beneficia mucho. Un asiento regulable en altura en el lado del acompañante puede ser muy útil.

Una vez probado el coche con AyM y de ver que ellos entraban y salían sin dificultad, me he llevado el Audi Q3 muy lejos de Madrid, para realizar la prueba de entrada y salida del coche con mi padre, que tiene más de 90 años. El coche que compren AyM les tiene que durar muchos años. Y a ellos, por bien que se conserven, no tienen más alternativa que cumplir años. Así que probar con mi padre me sirve para ver si en el futuro la altura de este coche es buena para AyM.

Para entrar al coche, mi padre, al igual que Ambrosio y Mercedes, introduce primero una pierna y luego introduce el cuerpo. Para salir, la maniobra de mi padre difiere de la de AyM. Mi padre saca primero las dos piernas mientras sigue sentado y posteriormente se desliza, bien agarrado, hasta llegar con los pies al suelo. AyM, todavía jóvenes, bajan como yo, primero una pierna , que poyan en el suelo, y a continuación la otra, con el cuerpo ya fuera del coche.

Con estos nuevos datos adquiridos tras mi conversación con AyM y con la visita a mi padre, he realizado una búsqueda de coches de hasta 33 000 € con carrocería todoterreno de cinco puertas y cinco plazas, cuya longitud esté incluida en el intervalo de  4,4 hasta 4,7 metros, con un maletero mayor de 440 litros, con potencia desde 120 hasta 160 CV y con cambio automático.

En el resultado me aparecen estos cuatro modelos:

Ford Kuga

Mazda CX-5

Nissan X-Trail

Subaru Forester

Toyota RAV4

Algunos de estos coches no son europeos, pero esa preferencia de Ambrosio me la salto porque el origen de cualquier coche, hoy en día, es global.

El Nissan X-Trail lo descarto porque tiene una potencia muy inferior a sus competidores y un cambio automático por variador continuo que no es satisfactorio.

El Toyota RAV4 también lo excluyo, porque está en pleno proceso de recambio al nuevo RAV4 y porque el cambio automático de variador continuo no me convence.

Voy a hacer la comparativa entre los tres que quedan. El Audi Q3 ya lo he conducido, aunque la versión que me han prestado no tiene el motor que finalmente elegiríamos para AyM.

El Subaru y el Mazda son los que tienen mayor altura libre al suelo y mayor maletero. El precio final, en función del equipamiento, está por determinar, pero el Subaru tiene todas las de ganar por precio, porque voy a elegir la versión de gasolina, que tiene un consumo extraurbano muy bajo. Para el Ford y el Mazda elijo motores Diesel. En el caso del Ford porque la única versión con cambio automático de gasolina tiene un consumo alto y en el caso del Mazda porque las versiones con cambio automático de gasolina se van de precio.

Del resto de coches preseleccionados detallo a continuación el motivo por los que los descarto.

    1. Honda HR-V. Demasiado pequeño y un cambio de variador continuo como única opción en automático que no es la mejor solución del mercado.
    2. Mazda CX-3. Demasiado pequeño.
    3. Nissan Qashqai. Maletero insuficiente.
    4. Peugeot 3008. Maletero insuficiente.
    5. Seat León ST X-Perience. Este coche podría estar perfectamente en la lista de candidatos, por precio, por tamaño de maletero y por calidad de motor y cambio. Las versiones con cambio automático tienen más de 180 CV, por encima de nuestro filtro de búsqueda, pero esa cifra de potencia, si entra en precio, no es un problema. El consumo tampoco es disparatadamente alto. Si lo elimino de la lista es porque su altura al suelo (172mm) es inferior a la de los otros tres modelos y por una de esas cuestiones que no sé medir, la emocional. Entiendo que quien se enamora de un Q3 no va a optar por un derivado de turismo familiar, fabricado por el mismo grupo y con un diseño menos «monísimo».
    6. Skoda Yeti. Demasiado pequeño.
    7. Subaru XV. Maletero insuficiente.
    8. Volvo v40 Crosscountry. Maletero insuficiente.