A la semana siguiente de recoger el Clio del taller (más información en la entrada anterior),  llamamos de nuevo para que nos solucionasen todos aquellos defectos que habíamos encontrado en la reparación efectuada.  Nos dieron cita para el lunes 3 de junio, a las 9:30.

Al día siguiente recibimos una llamada de Javier Mayor, coordinador de servicios técnicos del taller (calle Alcalá, 150). Tras presentarse, nos informó de que conocían los problemas que habíamos tenido tras haber leído el artículo y nos pidió disculpas por lo que reconoció como un trabajo mal hecho. Nos emplazó a atendernos personalmente el día que íbamos a llevar el coche y nos dijo que aunque en este caso se habían enterado del problema por lo que habíamos publicado, actuaban de la misma manera con cualquier otro cliente insatisfecho. Nos ofreció un coche de sustitución, que esta vez rechazamos.

Tal y como habíamos quedado, el lunes 3 llevamos el coche al taller. Tomaron nota de los defectos que había que subsanar y aprovechamos para comentarles que había aparecido un ruido en la zona trasera del coche al girar en las esquinas o pasar por zonas bacheadas. Dado que los ruidos suelen ser complicados de localizar, nos pidieron acompañar al mecánico en el coche para indicarle cuál era el ruido. No hizo falta circular mucho, a pocos metros se empezó a oír. Tal y como creíamos, procedía del portón.

El cierre del portón producía ruidos

El cierre del portón producía ruidos

El Sr. Mayor se ofreció a explicarnos el funcionamiento del concesionario en lo referente a la satisfacción del cliente. Tanto Renault como ellos realizan unas encuestas telefónicas de satisfacción a clientes que han dejado el coche en el taller, bien sea por tareas de mantenimiento como por reparaciones. Renault llama a un porcentaje de alrededor del 15% y ellos a la totalidad de clientes particulares (cuando el coche está a nombre de empresa no llaman). En el caso de que un cliente muestre su descontento se ponen en contacto con él para tratar de solucionarlo.

Nosotros no tenemos argumento alguno para desconfiar de sus explicaciones que, a título personal, me parecieron sinceras. También nos informó de que habían tomado las medidas pertinentes para evitar que incidencias como éstas se repitiesen.

Le  comentamos nuestra sorpresa por la falta de repuestos, a lo que respondió que, sin ser habitual, sí es algo que ocurre  en ocasiones con coches nuevos. De todos modos, la falta de repuesto en nuestro caso es un asunto achacable a Renault, no al taller.

Estimaron que el coche estaría listo el miércoles pero el martes por la tarde nos llamaron para avisar de que ya habían terminado con él. El miércoles acudimos a por el coche. Repasaron con nosotros el estado del coche y nos indicaron que estaba solucionado el problema del ruido (han tenido que sustituir la cerradura del portón).  Ahora la reparación es satisfactoria: el paso de rueda y el embellecedor de la puerta no tienen restos de pintura, el paragolpes encaja igual en los dos lados y han quitado los roces del faldon.

Antes y después.

Antes y después.

El embellecedor negro ya no tiene restos de pintura amarilla

El embellecedor negro ya no tiene restos de pintura amarilla

Arriba, el paragolpes tras la primera reparación. Abajo, cómo ha quedado ahora.

Arriba, el paragolpes tras la primera reparación. Abajo, cómo ha quedado ahora.

Han eliminado los roces del faldón

Han eliminado los roces del faldón