Desde hace años, es frecuente que las marcas de automóviles ofrezcan productos más allá de sus propios vehículos. Uno de ellos son los cursos de conducción, que suponen además una importante inversión en seguridad, ya que normalmente se adquieren habilidades o hábitos que redundan en un mejor control del vehículo ante situaciones de riesgo.
La última marca en crear una escuela de conducción ha sido Volkswagen, que con su programa «Volkswagen Driving Experience» ofrece una serie de cursos y experiencias para aquellas personas que deseen mejorar sus habilidades al volante o símplemente quieran sacar partido a los sistemas de ayudas a la conducción que tienen muchos coches modernos (por ejemplo, el detector de objetos en el ángulo muerto o el asistente de mantenimiento de carril). El Volkswagen Driving Experience está dividido en tres modalidades o áreas distintas que se diferencian entre sí por los ejercicios que se practican en cada una de ellas y por la superficie por donde se realizan los mismos (circuito, nieve/hielo y campo). Se llaman «R Motion», «4 Motion» y «Think Blue».

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R Motion
En esta modalidad se engloban los cursos de la escuela R —que es la principal novedad — y los Race Tour —programa que lleva realizando Volkswagen desde hace unos años—.
Nosotros acudimos a una jornada en el circuito de Ascari en la que se reproducían las actividades de la Escuela R que normalmente realizan los clientes de estos cursos. Tras una formación teórica de aproximadamente 45 minutos, pasamos a realizar los distintos ejercicios en pista a bordo de los modelos más deportivos de Volkswagen: Golf R, Scirocco R y Polo GTI.
En el primer ejercicio pusimos en práctica la frenada regresiva (primero se aplica mucha fuerza sobre el pedal de freno para, poco a poco, ir reduciéndola), una técnica que resulta de mucha utilidad a la hora de rodar en circuito y que, además, sirve para hacerse a la idea de la capacidad de frenada del vehículo.
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Posteriormente nos trasladamos a otro sector del circuito en el que los organizadores habían preparado un pequeño recorrido delimitado por conos (o Mickey Mouse) y que estaba completamente cubierto de agua. En este ejercicio, más que la velocidad (no se superaban los 50 km/h), se requiería un manejo del volante ágil y ordenado para no salirse de la trazada y derribar los conos.
Más tarde realizamos varias frenadas de emergencia desde 120 km/h, un ejercicio muy similar al que hacemos en km77.com para medir la capacidad de frenada de los vehículos de prueba. Se trata de un ejercicio sencillo, pero sirve para hacerse una idea de la capacidad de deceleración que ofrece el sistema de frenos y a la vez para comprobar la resistencia del mismo ante un uso intensivo.
Por último y para poner en práctica todos los conocimientos que fuimos adquiriendo durante toda la jornada, dimos tres vueltas completas al circuito de Ascari con un Golf R y otras tres con un Scirocco R, siempre bajo la supervisión de un monitor que, desde el asiento del pasajero, iba dando las indicaciones oportunas.
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Más allá de la experiencia de rodar en circuito, lo que más me llamó la atención fue la diferencia de comportamiento entre los dos coches. El Golf R me pareció un coche fácil de conducir incluso a alta velocidad, que transmitía sensación de control y con un eje posterior que no deslizaba fácilmente (para que lo hiciera era necesario buscarlo deliberadamente con maniobras bruscas). El Scirocco R, en cambio, me pareció mucho más ágil y exigente en su conducción. Para mí, es un coche más divertido de conducir, pero es posible que a muchas personas no se lo parezca porque los movimientos que el conductor realiza sobre el volante y los pedales afectan de manera mucho más clara a la trayectoria y sus reacciones no siempre son fáciles de controlar (con el control de estabilidad desconectado). También fue interesante comprobar la diferencia de motricidad entre ambos vehículos. El Golf R, gracias al sistema Haldex de tracción total, permitía una salida de las curvas mucho más rápida que en el Scirocco R.
4Motion
Esta modadalidad está dividida en tres programas distintos: «Off Road», «World Experience» y «Conducción en hielo y nieve». En cualquiera de los tres programas, los monitores enseñan a los participantes distintas técnicas para mejorar la conducción fuera de asfalto, ya sea sobre superficies con muchas dificultades (grandes pendientes, vadeos, cruces de ejes) o sobre hielo/nieve.
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Think Blue Motion
El Think Blue Motion no es un curso de conducción, sino un campeonato en el que se busca el conductor más eficiente. Hay una convocatoria nacional en la que km77.com ha participado y de la que hay abundante información en esta entrada y en esta otra del blog Teletransporte. El ganador de este año (Guillermo Tormo) se enfrentará a otras 19 personas en Los Ángeles (Estados Unidos) entre el 14 y el 18 de noviembre de 2015.
No es necesario tener un determinado nivel de conducción o ser cliente de la marca para realizar cualquiera de los programas del Volkswagen Driving Experience, aunque el precio es distinto en el caso de serlo (excepto el Think Blue Motion y el Race Tour, que no tienen coste). En esta página web se detallan los precios de los cursos y en ésta otra, el calendario de actividades para 2015.
 

Fernando Ríos