Tengo mucha suerte: me gustan los coches y trabajo en una marca de coches. La verdad es que, excepto por un pequeño periplo, siempre he estado ligado a los mismos. He trabajado en medios especializados del motor, he sido consultor y mis clientes han sido muchas marcas de coches. He trabajado tanto en la central como en varios mercados europeos diferentes para varias marcas.
No voy a dar más pistas ya que prefiero que no se sepan las marcas para las que he trabajado o colaborado.
Me piden mis amigos de km77 que comparta con vosotros las cosas que debatimos, vemos, sufrimos, diseñamos e ideamos desde ese otro lado del negocio del automóvil.
No es la perspectiva de fabricar los coches. Para muchos sería una sorpresa ver la relativamente baja interacción que puede existir entre una fábrica (cuyo objetivo es producir coches para satisfacer a muchos mercados) frente a la representación de esa misma marca en un mercado como puede ser el español. A esta última no le preocupan los ratios de producción o las noticias sobre EREs en una de sus plantas (aunque sea en España) tanto como alcanzar sus objetivos de ventas de coches, recambios, financiaciones y demás productos que tiene que vender.
Es esa perspectiva, la de la representación de la marca, la que más nos influye a todos como clientes a la hora de comprar –y pagar- cualquier servicio o producto de dicha marca.
Para poder aclarar muchas cosas, lo primero que es necesario distinguir es entre las marcas que tienen representación propia en un mercado (en la que la gente que trabaja son empleados de la marca) o los que actúan en ese mismo mercado a través de un importador (que es una empresa independiente de la marca). La primera figura la integran todas las marcas con fábricas en España y muchas de las que se fabrican en el extranjero.
La segunda suele reservarse a pequeñas marcas que estiman que no merece la pena crear una infraestructura en dicho mercado y prefiere delegarlo en un importador con el que firma un contrato. Existen excepciones, ya que hay marcas en principio pequeñas (como Porsche o Jaguar) que tienen oficina en España mientras que otras de más volumen recurren a importadores (por ejemplo, Hyundai se distribuye en España a través del Grupo Bergé).
Bueno, hay muchas más particularidades (como las redes de concesionarios y su funcionamiento) que iremos viendo en diferentes posts.
Hablaremos de coches, precios, publicidad, descuentos, stocks y… la verdad es que prefiero que lo decidáis vosotros a través de vuestros comentarios.
Gracias,