Esta semana podemos afirmar que el Plan 2000E está finalizado. Hace apenas diez días Fitsa (la empresa que gestiona las ayudas y tramita el pago a los concesionarios que han adelantado el descuento a los clientes) comunicó a los concesionarios los cupos restantes.
Los cupos se establecieron como la forma más eficaz de avisar a los concesionarios, cuando los fondos se estuvieran acabando, de las operaciones que proporcionalmente se les asignaba (basado en el número de operaciones realizadas hasta la fecha). De esa forma el concesionario sabría cuántas operaciones le quedaban con cierta anticipación, y no se le produciría el caso de que llegase un cliente, se le tomase el pedido de su coche nuevo y posteriormente se encontrase con que no había fondos gubernamentales para dicha operación.
Sin embargo, el anuncio de los cupos se ha producido a mitad de mes, cuando el concesionario tiene comprometidas más operaciones de Plan 2000E que cupos asignados. Es decir, hay clientes que tienen su coche en trámite de matriculación cuya contribución al descuento aportada por el Gobierno (y la Comunidad Autónoma, si ésta se adhirió al Plan) no existe.
El enfado del cliente puede ser imponente, y ni la marca ni la concesión son culpables de que una institución ajena a ambos se haya encontrado sin fondos para proporcionar el descuento prometido. Además, esto se produce sin la capacidad de dar preaviso al cliente.
Evidentemente, todas las marcas buscan ahora fórmulas para garantizar esas ayudas, aunque los cupos de tus concesionarios se hayan acabado. Ese gasto extra supone un perjuicio en rentabilidad para marcas y concesionarios (dependiendo de cómo se repartan entre ambas el hecho de asumir ese descuento), a cambio de no perder ventas ni generar clientes insatisfechos o (lo que es más grave) renuncias de clientes a la venta de un coche ya pedido (e incluso matriculado).
El caos que esta situación ha generado insisto que en gran medida se verá paliado por el esfuerzo de marcas y concesionarios. Sin embargo, acaba de salir la noticia de que el registro de Economistas Asesores Fiscales establece que dichas ayudas deberán declararse (al ser ayudas directas) como un ingreso en la declaración de la renta. Se deben considerar como ingreso los 500€ aportados por el Gobierno (y los 500€ de la CC.AA., si procede).
La situación es clara: una persona en el tramo más alto de cotización tendrá que devolver a Hacienda el 43% de la ayuda recibida, es decir, 430€. El tramo más bajo se encuentra en el 24% y devolverá por tanto (ambos ejemplos en CC.AA. adheridas) 240€. No tengo estadísticas sobre el reparto de población según tramos de cotización, pero si suponemos un tributación media de 300€, eso supondrá que el Estado recuperará por la vía de la declaración de la renta 300€ de los 500€ que aportó al Plan.
Es decir, el saldo de su aportación podemos suponer que rondará unos 200€. Me permito recordar que la aportación del fabricante tiene que ser obligatoriamente, como mínimo, de 1.000€.
Creo que es lógico suponer que prácticamente todos los compradores que se han beneficiado del Plan no contemplaron este escenario, y es de suponer que se encuentren indignados cuando se vean obligados a declarar esta ayuda y ver cómo el descuento que han tenido no ha sido tal. Evidentemente, ante esta indignación de nuestros clientes, las marcas vamos a tener mucho más difícil (por no decir imposible) compensarles de alguna forma para paliar ese malestar.
De cualquier manera, lo que agrava la situación es la secuencia de tiempos. Desde que se anuncia la finalización del Plan hasta la noticia sobre la imputación como renta han pasado apenas quince días. Nadie ha tenido tiempo de decidir que, si hay que pagar en el impuesto de la renta, ya no le interesa la compra del coche, ni las marcas hemos podido prevenir ni informar a nuestros clientes.
El resultado final es que el Plan ha terminado por salirle gratis al Gobierno (tanto por la recuperación por impuesto de la renta como por el incremento de recaudación en IVA e Impuesto de Matriculación) cuando el mayor esfuerzo ha sido realizado por las marcas.
Algunos colegas de profesión me dicen que este anuncio se debe al interés del Gobierno en anunciar, por sorpresa, la prolongación del Plan 2000E. Evidentemente es fácil prolongar algo que no te cuesta dinero, pero ¿se reactivará igual el mercado cuando se ha establecido que toda ayuda debe declararse?
Espero que ahora entiendan lo esparcidas en el tiempo que se encuentran últimamente mis participaciones en el blog