Hoy hemos hecho el cambio de país, de Argentina a Chile, haciendo el paso de los Andes, en un largo enlace por unos paisajes preciosos. Hemos llegado a estar a 4.700 metros de altura, donde, aparte de los lógicos problemas de falta de potencia del coche, te encuentras con problemas de fatiga prematura. En la zona más alta hemos parado a hacer unas fotografías y cualquier movimiento, como echarse una carrera para posar en una foto, hace que sientas un agobio impresionante.
La etapa ha comenzado hora y media más tarde para poder recuperar participantes. Ayer decía en el blog que los últimos equipos lo pasarían fatal en las dunas del final de la especial, como así ha sido, por lo que mucha gente ha pasado la noche en la pista.
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El tramo de hoy comenzaba en una pista de montaña, con muchísimas horquillas, que algunos han recortado, tomando unos riesgos altísimos. El camino ascendía hasta más de 3.000 metros. Al acabar la montaña, entrábamos en un río seco donde era muy complicada la navegación y hemos dudado en un par de sitios.
El final de la etapa era rapidísimo, una pista muy ancha y con baches, donde Gordon ha sacado todo el partido a su coche de dos ruedas motrices (con más recorrido de suspensión, por reglamento), para hacerse con la victoria. El BMW de Peterhansel, que también tiene más punta que nuestro coche, ha quedado segundo. Para nosotros lo importante es que seguimos segundos y que el coche está intacto, ya que estamos corriendo sin asumir riesgos, conscientes de que la carrera acaba de comenzar, que todavía faltan las etapas más difíciles. Y el ritmo que se está llevando en cabeza es más adecuado para una prueba tipo Baja que para un Dakar.
Porque el Dakar es una carrera en la que una tontería te puede hacer perder mucho tiempo. Y si no que se lo pregunten al argentino Orlando Terranova. En la etapa de ayer rompía el embrague, una avería que se habría podido resolver en menos de media hora de tener el repuesto. Pero ellos no llevaban. Quien sí llevaba era su compañero Carlos Sousa, pero cuando pasó por su lado no entendió las señales que les hacían sus compañeros de equipo y pasó de largo sin dejarles el embrague de recambio. El resultado es que tuvo que esperar al camión de asistencia y perdió más de dos horas en la operación.
Mañana entramos en el Desierto de Atacama para afrontar etapas que pueden dar un vuelco a la clasificación.