Renault ha presentado la cuarta generación del Clio en Florencia, Italia. Los coches esperaban alineados en el aparcamiento del aeropuerto, de color rojo sport el equipo dCi 90, de color amarillo deseo, la selección TCe 90.

En las dos siguientes imágenes, la gama inicial para España y los precios. Renault, como hizo con el Mégane, no aplicará un descuento promocional.



Recorran conmigo, si lo desean, el coche de delante a detrás. El capó se sujeta con un amortiguador, algo nada habitual en coches de este precio…ni en muchos que cuestan más.

El Clio ya no puede tener faros de xenón. No he conducido el coche de noche, así que no sé que resultado darán estos Halogen x2.

Al abrir la puerta del conductor me encuentro esto: mandos de los elevalunas (delanteros) y los retrovisores, un hueco en el que cabe una botella de agua y los nuevos altavoces con el sistema «Renault Bass Reflex», de los que Renault dice lo siguiente: capaz de recrear el volumen y el confort de escucha de unos bafles de salón de 30 litros con tan sólo 3 litros de volumen. Este logro se percibe de inmediato: se restituyen mejor las bajas frecuencias y baja el umbral de saturación y de distorsión del sonido. La utilización de este sistema, que recurre a toberas acústicas, es una primicia mundial en el automóvil.

Estos mandos están en el salpicadero, a la izquierda del volante. Son los de regulación de altura del haz de luz, regulación de la intensidad del alumbrado del cuadro de instrumentos, desconexión de los sensores de ayuda al aparcamiento (opcional) y apagado del sistema «Stop&Start» (excepto versión de gasolina de 73 CV).

Entre los asientos, espacios para bebidas, para la tarjeta manos libres (opcional), mando para activar el programador/limitador de velocidad y el botón «ECO». El freno de estacionamiento es de palanca, así que esta generación del Clio seguirá sirviendo para los slaloms.

También hay un apoyacodos abatible con cajón en su interior. A mi me molestaba al cambiar de marchas, a mi compañero Luis M. Vitoria de Motorpress, también. El problema se soluciona colocándolo en vertical o bajándolo del todo, pero claro, el pasajero ya no puede apoyarse en él.

El acceso a las plazas traseras es normal, hay espacio suficiente para meter los pies por el hueco que queda entre la banqueta y el pilar central de la carrocería. No son unas plazas amplias, lo cuentan con mayor detenimiento en km77.com.

El maletero es grande. Las maletas de la foto son de las que dejan subir, normalmente, como equipaje de mano a los aviones. Bajo el piso del maletero está el gato y el kit de reparacion de pinchazos. Y el mecanismo para hacer descender la rueda de repuesto (opcional), que va colocada en el exterior, por debako del maletero. En el portón hay dos huecos para poder meter la mano y cerrarlo sin ensuciarse.



Con este Clio, Renault ofrece un conjunto diversas posibilidades de personalización. Desde tapicerias a inserciones de distintos colores y motivos en el habitáculo. Aquí hay algunas de ellas:

Celedonio