Señores  y señoras,

 

El verano se acaba.

 

Bueno, el astronómico, veremos el otro.

 

Mañana voy a ver It, que se estrena el 8 de septiembre. No es culpa mía, me han invitado.

 

Recuerdan que les hablé del miedo que me había dado el niño de Salem’s lot? Pues mi otro gran recuerdo del cine de terror de aquellos tiempos es el maldito payaso de It. Lo interpretaba Tim Curry y era aterrador. En realidad, It era una miniserie y bastante mala (cometí el error de tratar de verla de nuevo. Lo sé, soy gilipollas) en realidad, pero el recuerdo grabado a fuego en mi cerebelo no lo podrían borrar ni con napalm.

 

La nueva versión (les hablaré de ella pronto, prometido) tiene un tráiler aterrador, espléndido. Albergo grandes esperanzas para él. Ojalá no me defraude.

 

De lo otro que quiero hablarles en este último día de agosto es de Juego de tronos (no tiene nada que ver pero hoy he leído en el periódico que en Houston han caído estos últimos tres días 56 trillones de litros de agua. Aún estoy intentando asimilar el dato. Perdón por la pausa, seguimos) que ha acabado una temporada que ha puesto nervioso a muchos ‘expertos’. “Es que los dragones vuelan muy bajo, es que ya no follan, es que ya no matan a tanta gente, es que los cuervos se desplazan demasiado rápido, que es que ya no me gusta”.

 

El mismo tipo que decía hace dos temporadas que había demasiado sexo, se queja ahora de que caso no hay sexo. Y el que se quejaba de no había suficiente acción, se queja ahora de que hay demasiada. Amigos/as, nunca llueve a gusto de todos… bueno, igual en Houston sí.

 

La cuestión es que la última temporada de la serie de HBO ha sido pantagruélica, acojonante, monumental, inmensa y despiporrante. No sé si este adjetivo (despiporrante) existe, pero a mí me gusta y así se va a quedar.

 

Cierto es que todas las tramas se precipitan, pero es que hay que ir acabando, ¿saben?

Es curioso que sea una mierda que se acabe pero también que la hubieran alargado, por paradójico que parezca siempre habrá millones de personas a los que hagas lo que hagas les parecerá mal que lo estés haciendo.

 

Yo he disfrutado como un cerdo (o como una perra, lo que ustedes/as decidan) y lo único que he lamentado es pensar que hasta finales de 2018 no podré ver más episodios.

 

Han notado que no he mencionado un solo nombre, ni una sola trama. No lo hago porque no soy uno de esos hijos de puta que tienen que soltar spoilers solo para que los demás notemos que ya han visto el episodio. Si alguno de ustedes/as forma parte de ese colectivo de patanes y tuercebotas que sepan que les deseo una muerte lenta y dolorosa, o al menos un fuerte dolor de estómago de seis meses.

 

Hala, que les sea leve.

 

En septiembre más.

 

Abrazos/as,

T.G.