Buenas tardes señoras y señores,

 

Sigo en Barcelona, de momento no han llegado los tanques pero he visto un vehículo recreativo de la policía con un cañón de agua. Muy bonito, azul, con sus adhesivos.

 

He bajado al paki a por más ganchitos y más cerveza.

 

Ahora mismo estaría preparado para un asedio de más de 30 minutos. Podría resistir incluso una hora si me avisan con tiempo.

 

Y esto es todo lo que tengo que decirles sobre la situación en Catalunya.

 

Hace unos días hizo dos años que se murió mi padre: si supiera el muy cabronazo lo mucho que le echo de menos. Esas tardes mirando westerns y los viernes con la Clave, y viendo el fútbol. Nada me gustaba más que sentarme con él en sofá, aunque no me dijera una puta palabra. Y el estofado de ternera que preparaba el hijo de perra… ¿quién mierda te mandó morirte?

 

Y eso es todo lo que tengo que decir sobre mi padre.

 

Este fin de semana estrenan la quinta parte (o la sexta), no lo tengo claro, es una de las dos, de Fantasma. ¿Se acuerdan de Fantasma? Aquella película de Don Coscarelli sobre un alienígena muy alto que se agenciaba una funeraria en un pueblecito americano y convertía a sus habitantes en enanos. No me lo invento, amigos y amigas, ya me gustaría tener a mí una imaginación así.

 

El tipo tenía un lio montado en la funeraria que no era ni medio normal. Nunca entendí por qué en lugar de dejar a los tipos del pueblo en su estatura normal, los convertía en enanos. A nivel logístico me parece una auténtica gilipollez, pero a lo mejor para un alienígena tiene todo el sentido.

 

La cuestión es que la película se convirtió en un pequeño clásico y generó un culto bastante curioso. En España, que somos muy listos, llamamos a Salem’s lot, aquella serie que adaptaba el libro de Stephen King y de la que les hablé hace unos posts, Fantasma II. Y nos quedamos tan anchos, oiga.

 

Pues este fin de semana se estrena Desolación, la quinta (o sexta) entrega.

 

Y es tan mala, tan delirante, tan palomitera, tan divertida, que no puedo dejar de recomendarla a todos los que quieran disfrutar de una tarde loca en el cine. La verdad es que no acabo de entender cómo es posible que alguien quiera distribuir esa película, pero si uno está dispuesto a tirar su dinero de esa manera, vaya por delante mi admiración y mi cariño.

 

También he empezado lo nuevo de Star trek en Netflix y me lo estoy pasando bastante bien (el guión de Bryan Fuller es magnífico) y aguantando Rellik y Tin Star. Las dos son de HBO: la primera es de un tipo que caza a un asesino en serie; la segunda de un sheriff que está como una cabrita. Aún no he entendido dónde quiere ir ninguna de las dos, pero soy un hombre insistente y voy a comprobar si me están tomando el pelo (que es lo más probable) o si toda esta memez va a alguna parte.

 

Para que luego digan que no tengo paciencia.

 

Abrazos/as desde una Catalunya que parece el camarote de los hermanos Marx,

T.G.